Capítulo IX como Porque somos tan tontos en el amor.
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Yo sabía que vivía en el boato de la riqueza opulenta,desde pequeña lo supe,lo supe cuando en mi cumpleaños 12 me regalaron un brazalete de diamantes y esmeraldas,cuando mi padre nos dio un carro deportivo a cada uno de nosotros,cuando él prefería que en vez de portar ropa común usáramos de marca;pero de que servía tanta riqueza y poder cuando eso no podía curar mi corazón roto.
Solo podía pensar en Edward,en cómo solo me uso,solo podía ahogarme en mi pena para volver a sumergir de las profundidades de mi dolor.No me había tomado el tiempo de sentir este dolor,solo pensaba en distraerme para no pensar en el.
—Tienes que parar de fumar,nikka—estaba sentada en el alféizar,la brisa disipaba el olor del cigarro,al igual que hacía que tuviera la piel de gallina.
—No me pasará nada,Aleksei—su mirada de reproche hizo que me quitara del alféizar,para acercarme a él con una compostura de burla,mientras seguía con el cigarro en mi mano.
—Si nada es cancer de pulmón,si creo que no te pasará nada—sus gestos furiosos se hicieron presentes,tomó el cigarro y lo apachurro contra el piso,algo que se estaba volviendo común.
Tome la botella de vino que estaba en mi tocador y me la empine,sentía el sabor agridulce de las uvas y el alcohol.
Mi hermano me miraba con una ceja enmarcada,podía ser que sucumbir a los vicios no era bueno,pero necesitaba estar en lo más profundo para volver a surgir.
Solo sentía como el vino empezaba a hacer efecto,sentí como la botella era arrebatada de mi boca haciendo que me molestara.
—Ven nikka,nesecitas descansar—me cargo como costal de papas,solo reía y reía,me tiro a la cama y yo solo cerré los ojos para poder escapar de realidad,al menos por un rato.
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Punto de vista omnisciente: 1:30 am.
El despacho de los Drakonovik estaba sucumbido en el silencio incómodo,los tres presentes solo podían pensar en el estado caótico de nikka.
—Tenemos que hacer algo,abuelo—Aleksei estaba preocupado por su hermana,había estado fumando como loca,él también lo hacía pero era muy a la larga.
