Divorciada ©

01| Monotonía

¿Cómo haría para poder olvidarlo? Ya no le queda más lágrimas, él se fue y jamás volverá.
A la vez sentía alivio en su pecho, los celos de Ronald la estuvieron volviendo loca por los últimos años, sumado a la rutina y que él no movía ni un dedo para conectar con ella.

Ella era muy inteligente, sabia y lógica, mientras él estaba ausente de la relación, se convirtió en un desconocido, no era el joven ingenioso con el que creció, ya no era tan ocurrente. La celaba hasta por hablar con Harry.

Así que cuando él le pidió el divorcio no podía negarse, incluso aceptó cada una de las cláusulas en las que renunciaba al hogar que construyeron juntos tras tres años de matrimonio.

Suspiró tras dejar su firma en el papel, era libre otra vez, aunque sin una casa y con sus pertenencias en la calle, lo mejor era que no le debía nada. ni una brizna de polvo.

Estaban en una de la oficinas del ministerio mágico, que era exclusiva para aquellas parejas que decidían separar sus vidas.

— Granger, ahora prepárate porque pretendientes no te van a faltar, muchos estaban esperando por esto — Blaise le dio un guiño, él fue su abogado en el proceso de divorcio.

— Seguro que sí, vendrán corriendo tras una divorciada — soltó con sarcasmo.

— Granger, tienes 25 años, fácilmente te enamoras en seis meses y el próximo año nacerá tu hijo. — Blaise rio por lo bajo al ver la expresión de indignación de la bruja, y mucho más al ver a Weasley con una expresión de celos, tosió y se dirigió  él —: Weasley alégrate que Granger no quería nada de lo que consiguieron en su matrimonio o me hubiera asegurado de dejarte en calzones.

— Cállate, Zabini, no le des ideas estúpidas a mi esposa, ella no tiene que escuchar tus sugerencias. — soltó con cizaña.

— Dirígete a mi cliente como: "Granger", te recuerdo que ya no son un matrimonio.

La jueza asintió ante esas palabras, era una mujer mayor que veía esa situación como muchas tantas. — Una vez separados, los invito a salir de esta oficina y hacer sus vidas como mejor les parezca. Señor Zabini, señor Creevey  gracias por su trabajo, es hora de retirarse.

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—¡vacaciones? — Hermione exclamó con cierta indignación.

El ministro de magia estaba cansado de verla sufriendo durante el trabajo, era como tener un fantasma o un dementor cerca. El ambiente se sentía frío cada que se estaba cerca de ella, hasta su mirada se sentía pesada. — Sí, lo necesitas, tal vez puedas viajar, caminar... Lo que sea menos trabajar.

— No necesito vacaciones

Kingsley chasqueó la lengua al escucharla — te conozco desde hace años, realmente el divorcio ha sobrepasado todos tus límites, necesitas salir de nuevo... Es más te sugiero que salgas con Malfoy y formen un grupo de apoyo para divorciados.

Hermione abrió la boca ofendida ante tal sugerencia, si bien sabía que Malfoy terminó con su matrimonio con Astoria por ser "aburrido y frío", la idea de un grupo de apoyo era demasiado — Señor ministro, esto es ofensivo.

— ¿ofensivo? No, aquí lo ofensivo es que los magos y brujas de tu generación están apostando sobre tu soltería, que en menos de seis meses Ronald te buscará o que Harry te presentará un nuevo amigo — Kingsley se cruzó de brazos sobre la mesa, estaba cansado de lo que hacía el personal del ministerio — Como yo lo veo, necesitas salir a encontrarte...

La bruja suspiró indignada, lo que necesitaba era trabajar duro y parejo, mantener la mente ocupada, porque si estaba libre, pasaba el tiempo pensando en su ex, en los momentos de su adolescencia y principios de su juventud con él.

Resignada aceptó las vacaciones, fue al departamento que Zabini le alquiló, al ingresar la vio vacía, durante ese mes divorciada ni siquiera tuvo tiempo de ordenar o de siquiera pensar en comprar muebles para decorarlo a su gusto.

Se sacó los zapatos, al sentir el piso frío y pegajoso cayó en cuenta que tenía todo abandonado, tal vez así estaba su vida y su corazón.

— Este amor no ha muerto, pero agoniza — se dijo cuando tenía el trapeador en la mano, se esmeró en que cada azulejo brillara y reflejara la luz de las lámparas — Hay cosas que realmente necesitan ser hechas sin magia.

Se sentó en el piso frío en cuanto terminó, quería descansar y el sofá estaba demasiado lejos. De pronto escuchó un golpe estruendoso en la chimenea, vio una figura gris salir y atravesar el salón hasta la cocina mientras murmuraba palabras incompresible para su oído.

Al regresar él la observó en el suelo y ella lo veía con sorpresa, no lo pudo evitar reírse al verlo con su cesta de pan en las manos.

— ¿así que tú eres el que se estado llevando hasta el Yogurt de mi nevera?

Theodore Nott, estaba sorprendido, entre avergonzado y divertido, tenía muchas emociones encima difíciles de procesar, podía imaginar a todos sus amigos riendo a más no poder — juro que no sabía que eran tuyos, pensé que eran de Blaise, la mayor parte del tiempo le robo la comida.

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Se me ocurrió esta historia mientras estaba ocupada durmiendo a mi bebé (voy más de un año medio desaparecida y ya tengo mi bebé de casi un mes y estoy en medio de los papeles para obtener el bachiller en psicología) así que tengo muchas ideas para escribir, solo necesito tiempo, es algo difícil. Aún así, esta historia ha estado rondando en mi cabeza pidiendo una y otra vez ser publicada.

Un abrazo psicológico ✨