Me duele tu traición

Parte 42

Desde que estoy aquí lo único que he hecho es intentar acercarme a Puche que me tenga confianza créame que todos los días me esfuerzo para eso pero la niña siempre se acaba alejando o no me deja que la toque la he visto jugar con los sobrinos de Laura y la felicidad que ella desprende cuando los tiene en sus manos, me hace entender que es lo que más desea y créame que si ella me da la oportunidad, haremos que sean nuestros propios hijos, los que tenga ella en sus manos, Poche, prácticamente por las mañanas, se va a trabajar en un un proyecto que está haciendo con Laura, por las tardes vienen a entrenar con Gustavo, por las noches siempre estaba en su despacho prácticamente casi nunca se deja ver la cara a veces de vez en cuando la encuentro por los pasillos, pero siempre es un hola hola y adiós nunca tenemos una relación más larga verbalmente

Ahora estoy bajando las escaleras para ir por un batido de los que me hace la señora Melisa, empleada en la cocina, pero antes de volver a subir decidí pasar por el gimnasio ya que era de tarde y sé que Gustavo estaría entrenando con poche, al abrir la puerta casi me desmayo, al ver a poche subida en ese dril con un top deportivo un unos shorts deportivos dejando ver sus piernas tonificadas y bien marcadas, sus brazos musculosos y su cuello fino, su cara estaba menos gordita que antes haciéndole un perfil de cara perfecto y su abdomen, Dios mío se me estaba callendo la baba al ver los cuadros de poche, tenía más que la última vez, los tenía bien tonificados y marcados dejando saber que no tenía nada de grasa en su cuerpo, verla con la fuerza con cual golpeaba las manoplas que usaba Gustavo me hacía ponerme a mil.

Dios mándame agua porque lo que estoy viendo me esta subiendo hasta el alma, ver a poche así de sexy y con esa fuerza me estaba poniendo demasiado

-Calle estás bien?- me dijo poche acercándose a mi, había captado mi presencia mierda

-E Sisi.. súper.. solo vine- Dios mío ver las gotas bajar por sus hombros, luego pasar a su abdomen bajando por cada uno de sus cuadritos, y perdiéndose en el elástico del short, la estaba viendo y te juro que me quería lanzar a ella para que me coja en este lugar y me haga suya como nunca

-Tienes algún problema? Necesitas ayuda?- Dios hablándome con la voz de preocupación me estaba calentando hasta más no poder

-Nono iré a mi cuarto- Y con eso salí corriendo de ese lugar, podría jurar que estoy más mojada que una piscina, no me había ni tocado y me tenía más mojada, entre a la ducha donde me di auto placer sola pensando que era poche la que me tocaba y pude jurar que me corri como nunca

-Mierda estás más buena que antes, y eso no es bueno para mi, te voy a castigar un poco hasta que me marques como tuya de nuevo- y si amigos voy a provocar a poche todo lo que cueste, yo necesito a esa mujer conmigo, necesito que me vea como su mujer y no como una desconocida, necesito que sepa que solo es ella y ya.

Al día siguiente me levante y me vestí con el vestido más provocativo que tenía, bajé a desallunar y vi que poche se le abrió la boca, bingo sé que sigo haciendo efecto en ella, me senté y la miré coquetamente, notaba su nerviosismo porque no posaba sus ojos en mi

-Dani piensas salir?- me preguntó la señora Marlene

-Lo más seguro es que si doña, iré a conocer esta maravillosa ciudad

-Me alegra que salgas, Es bueno que conozcas nuevos lugares

-Opino lo mismo don Jorge- Mire a poche con esperanza de que me dijiese algo pero nada salió de su boca, entendí que era muy pronto pero haría todo lo posible para conseguir lo que quiero, Daniela calle nunca se rinde, y la época coqueta y sensual empieza desde ya.

Hoy es domingo es decir, poche no trabaja y estará en la casa, hoy pasemos un día en familia, me levanté y busqué mi vestido de baño más sensual que encuentre y bingo un vestido blanco en parte de arriba y de abajo, seguido de una bata trasparente, me veía como una fucking diosa, sé que esto matará a poche o quizás ella lo haga conmigo