14: Quiénes somos.

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26 de julio de 1950

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26 de julio de 1950

Deja que crezca la maleza. Deja que los tallos nos perforen el pecho. Déjame ser tu asfixia, te dejo ser la mía.

Cuando Felix cumplió la corta edad de cinco años, ya sabía hacer una multitud de cosas por su cuenta. Sabía leer y escribir el alfabeto coreano, sabía planchar su propia ropa, preparar su cereal con leche y caminar por las cosechas de su padre para recoger el arroz. Era un infante astuto, atento y tal vez un poco desinteresado en relacionarse con las personas. En aquel entonces no había suficiente dinero para médicos o psicólogos que pudieran darle atención barata, pero si sus padres le hubieran llevado a alguno, su diagnóstico indicaría un leve nivel de autismo. Era un niño encantador, la gente solía decir que vivía en su propio mundo. Siempre hablando solo o pasando horas leyendo sin parar.

Con el paso del tiempo, aquella pequeña incertidumbre de autismo desapareció. Felix se volvió un chico de 14 años que sabía hablar con fluidez a cualquier persona que se le acercara, pero en aquel tiempo, un chico que tenía un gran dialecto era una completa comedia, una curiosidad entre los demás. Se le acercaban con el propósito de escucharle hablar, era extraño que un adolescente manejara palabras tan complejas considerando la baja calidad educativa.

Felix se acostumbró a ser el centro de atención, por los maestros y por los alumnos. Todos veían un futuro prometedor en él, estaban seguros de que se convertiría en un gran hombre de familia, en que sería un buen padre y que ganaría mucho dinero. Pero el verdadero impulso y la importante razón para lograr aquel esperado futuro fue su padre.

Como su padre era un hombre impulsado por la lujuria, no tardó mucho tiempo para que comenzara a tener amoríos y aventuras con otras mujeres. Minyoung, su madre, nunca fue consciente de aquello. De hecho, nunca fue consciente de muchas cosas, ni siquiera cuando el hombre al que solía conocer como el amor de su vida comenzó a tocar a Felix de manera inapropiada.

Un adolescente con demasiados problemas no tardó en madurar a una velocidad aterradora. Ya no solo debía preocuparse por mantener buenas calificaciones, sino también por mantener el prestigio de su familia. Felix era inteligente, pero conservaba una chispa de ingenuidad. Sabía que hablar con su madre sobre el acoso por parte de su padre arruinaría muchas cosas en su hogar aparentemente bien construido. Habría discusiones, escándalo, chismes y perdidas de dinero. Él no podía permitir que el apellido de su familia se ensuciara por no poder mantener un secreto tan simple como ese. Podía soportarlo, al menos por unos cuantos años más.

Y lo logró.

Soportó toques discretos y palabras descaradas, incluso agresiones físicas. Aunque ese era otro tema.

Felix también debía ser el portador de problemas de su hermano mayor, Sungok.

Cuando Sungok cometía algún error, la persona que recibía las represalias era Felix. El mayor por lógica estaba más adelantado al futuro, por eso era tan importante tratarlo bien, no tocarle ni un cabello y apoyarlo en todo lo que necesitara.

Ghost of you ♡ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora