Dicen que en la guerra mueren los amores, pero cada primavera florecen los recuerdos entre los escombros y cenizas.
› Chan top! felix bottom!
› Guerra, drama, angst.
› Gráficos ‹3: honneily_
꒰ ♡ ꒱ Esto es una adaptación, todos los créditos a: @grey...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jeongin había pasado la última semana con su padre.
Más allá de los problemas con Saram, el señor Kim se interesó mucho más por el bienestar de Jeongin. Y Jeongin, por primera vez, pudo hablar sobre sus verdaderos sentimientos.
Desde ese día en la cafetería, ninguno volvió a tocar el tema de la infancia de Saram, y tampoco mencionaron los problemas que conllevó aquello. Todo se centró en recuperar el tiempo perdido y en hacer cosas mucho más productivas que lamentarse por el pasado.
Padre e hijo disfrutaron tanto como pudieron. Teniendo salidas espontáneas, visitando la universidad, recorriendo las plazas de Incheon y comiendo los exquisitos platillos que cocinaba Hyunjin.
Eso último, fue de las cosas que más disfrutó Jeongin, jamás pensó que tendría la dicha de compartir una comida en tranquilidad con alguno de sus padres. Se sintió tan conmovido cuando presentó a su pareja con su padre, que se puso a llorar ahí mismo en medio de la cena. Se había sentido tan solo ese tiempo mientras buscaba aprobación por parte de su madre, que cuando el señor Kim le dijo que se sentía orgulloso de él, se sintió lleno.
Nunca juzgó a su madre por la decisión que tomó al divorciarse, mucho menos le reclamó cosas al respecto, pero lo único que le resultaba difícil de perdonar, fue el hecho de que lo haya alejado de su progenitor por tanto tiempo.
—Tardamos mucho tiempo en aceptar nuestros sentimientos, dos niños scouts no tenían mucho interés en relaciones —comentó Jeongin.
—Me declaré cuando me gradué de la universidad y Jeongin tardó un poco en aceptarme como su pareja —dijo Hyunjin.
El señor Kim escuchaba atento cada detalle de esa historia de amor. En el fondo, se sentía muy triste de no haber podido estar ahí para su hijo.
—Me siento muy feliz por ustedes dos —confesó.
Jeongin sonrió mientras sostenía con anhelo la mano de Hyunjin sobre la mesa. Era la primera vez que podían hacer eso.
—Tu mamá hizo un buen trabajo criándote. Tienes muchos valores y mírate, a punto de graduarte de la universidad.
La sonrisa de Jeongin se volvió más tenue.
—Es buena madre —suspiró—. Solo me hubiera gustado que me apoyara más emocionalmente. Aunque tal vez eso es ser codicioso.
—Ser buen padre va más allá de cumplir con aspectos básicos como la educación. Es importante el amor. Eso es lo que nos termina de desarrollar —interrumpió Hyunjin.
El señor Kim bajó la mirada, avergonzado. Hyunjin no quiso ser directo al decir aquello, pero era claro que el comentario no había sido solo para Saram, aunque sabía que el padre de Jeongin se alejó contra su voluntad, tuvo la oportunidad muchas veces de volver, pero no lo hizo. Sin embargo, también quería hacerle saber que era el momento de hacer las cosas bien.