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¡𝐏𝐇𝐈𝐋 𝐀𝐍𝐃 𝐀𝐌𝐄𝐋𝐈E!
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— Las cosas no están del todo bien con Phil. —Comentó la britanica rodando los ojos— ¿Pueden creer que le encontré mensajes con otra tipa cuando estábamos en Grecia?.
— Yo no sé por qué sigues con él. —Respondio Charlotte cansada de escuchar una y otra vez la misma historia.
— Lo amo demasiado. —Dio un mini suspiro y miro a sus dos amigas— Estamos juntos desde que éramos unos adolescentes, no es facil.
La argentina y alemana intercambiaron miradas entre sí. No se podían imaginar el dolor que sentía Rebecca, pero ambas sabían que era más costumbre que amor. Ninguna había tenido la oportunidad de conocerlo personalmente, la británica trataba de que no coincidieran. Cuando las invitaba a su casa, Phil había viajado por partidos y así sucesivamente.
Tampoco era como si les importará conocerlo.
— Además tenemos a Ronnie y True. —Continuó hablando— Eso lo hace aún más difícil todo esto.
— Deberías empezar ir al psicólogo. —Aconsejó la argentina— Es buena idea empezar de a poco, un psicólogo es de mucha ayuda en todo aspecto.
— Coincido con Miss Argentina. —Le da la razón a la rubia— También debes tener en cuenta que tu salud mental es lo primero, Becca. Lo podes amar mucho, pero si te sigue generando ansiedad y desconfianza va a terminar todo muy mal.
— Es que ¡carajo!. Se ha vuelto tan distinto conmigo, no sé qué fue lo que hice mal para que todo cambie de un momento a otro. —Hablo tratando de que su voz no se le quebrará.
— No creo que seas tú él problema, Becca. —Charlotte agarró una de sus manos para empezar acariciarla suavemente— Como dijo Amelie, deberías visitar algún psicólogo y preocuparte por tu salud mental que cada vez se ve más afectada.
