Nada es lo que parece

6 1 0
                                    

En el proceso de la madurez creemos que nos pasarán cosas maravillosas sin nada negativo, tenemos vagas ilusiones de la relación perfecta, estudio perfecto y una adolescencia perfecta. A través del tiempo comienzas a pasar por procesos, y desde ahí parte tu agonía, la cual será tu acompañante con el estrés y la ansiedad, estos elementos tendrán el rol de rasgarte la cabeza al punto de colapsar, sollozar hasta tomar una forma fetal, adquirir un estatus emocional deteriorado y amargado, y que aumente el porcentaje de suicidio.

—Estoy desgastado, pensé que sería fácil, pensé que tenía el control, me rindo, ya no puedo más, estoy harto, ¿cuándo terminara esta pesadilla? Es demasiado, esto es inhumano. ¿Por qué tengo pasar por esto? De verdad...

¡NO PUEDO!

Decaes en materias, personas se alejan, todo te comienza a salir diferente, las altas expectativas se vuelven una desilusión y la concentración se pierde. Comienzas a buscar hobbies para distraerte, pero te das cuenta de que no tienes lo esencial para poder hacerlos, tiempo, el mismo que se verá obligado a reducirte la vida social, tendrás que depositarlo todas en las responsabilidades, por ende, todo se tornará en una monotonía horrible.

Sin restarle importancia es muy importante destacar que todo ese proceso está adjunto a tus amigos y relaciones amorosas que en pleno siglo son populares por la infidelidad, deshonestidad y jugar con los sentimientos sin pensar en tu bienestar, las amistades, por otra parte, se desenvuelve en un pequeño círculo que en varias ocasiones terminas solo o clasificas a tus amigos como si fueran áreas.

Te detienes y te preguntas...

¿Cómo obtengo la felicidad en este mundo tan deforme?

Viéndote en una posición de sometimiento personal para poder protegerte del daño que suele a hacer dicho alrededor.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 05 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Frustraciones de un adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora