La Fuente

Parte 21

Charunee: Freen, te pedí que pasaras tiempo con nosotros como una familia. Freen giró los ojos. 

Freen: Ay, por favor. Ninguno de nosotros quiere estar aquí todo el día encerrado. ¿Por qué intentas forzar esto? Su madre suspiró. 

Charunee: Tenemos que ser un frente unido antes del baile anual. Freen protestó. 

Freen: La única que se preocupa por el estúpido baile eres tú. Me voy. ¡Heng! La miró sobresaltado. ¿Quieres que te lleve a casa o no? Negó con la cabeza.

Heng: Me quedo un rato. Tomaré un taxi a casa. Freen asintió y cogió su bolso. Heng se levantó, caminó hacia ella y le susurró al oído. ¿Qué hiciste? El Origen dijo que ya no tengo deudas con ellos. Freen se sintió derrotada.

Freen: No te preocupes por eso. No te metas más con ellos por favor y busca ayuda. Estás demasiado adicto a las cosas que consumes. No quiero que te pase nada. Alborotó su pelo, le dedicó una rápida sonrisa y se marchó. 

Becca: Hola, ¿dónde estás? Freen sonrió al oír la voz inquieta de Becca.

Freen: Estoy a unos cinco minutos. Hay un poco de tráfico. ¿Por qué? Becca suspiró.

Becca: Por nada. Solo me preguntaba si me dejarías plantada por cómo te he tratado durante estos últimos días, cosa que lamento mucho. Freen soltó una risita.

Freen: No, no soy esa clase de mujer. Nos vemos dentro de un rato, Bec. 

Camarera: ¿Qué le gustaría pedir señorita?

Becca: ¿Podría darme unos minutos más, por favor? Mi cita está a punto de llegar. Gracias. Ay, lo siento, olvidé colgar. Hasta pronto. Freen sentía una calidez en su corazón cada vez que hablaba con Becca. Ella hacía que todos sus problemas se desvanecieran al menos durante el tiempo que pasaban juntas. 

Su almuerzo estuvo lleno de risas e historias embarazosas de sus años de adolescencia.

Becca: Por fin, podemos tener un momento que no es interrumpido por el caos. Creo que no deberíamos mezclar el arte con nuestras citas. Hizo girar el tenedor en los espaguetis y comió un bocado.

Freen: ¿Cuántas citas planeas que tengamos exactamente? Freen sonrió con satisfacción provocando un leve rubor en las mejillas de Becca.

Becca: Tú sabes lo que quiero decir. Freen afirmó.

Freen: ¿Qué tal el trabajo? Han averiguado algo sobre el incendio de la galería? Becca negó con la cabeza. 

Becca: No. Últimamente el trabajo parece un callejón sin salida. No podemos resolver el caso de El Artista o el incendio en la galería. Parece como si el arte estuviera siendo atacado constantemente. Freen estaba a punto de decir algo cuando su teléfono empezó a sonar.

Freen: Lo siento, es del trabajo.

Becca: ¿Un sábado?

Freen: Una directora ejecutiva nunca descansa. Discúlpame. 

Freen se levantó de la mesa y se dirigió al patio del restaurante, donde el ruido era menor.

Freen: Dime, Nathaniel.

Nate: ¡La he echado de menos, señorita Freen! Disculpe que la moleste, pero ya nos dieron una misión y al parecer hay que hacerla para la próxima semana ya que la figura que robaremos será movida de ubicación. Freen puso los ojos en blanco.