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Para la mayoría de la gente, para no decir todos, era un secreto el hecho de que el streamer “Spreen” era cantante y guitarrista.

Desde hace mucho tiempo, Iván había conocido a dos personas; Osvaldo y Sebastián. Los cuales hacían streaming al igual que él, se hicieron grandes amigos a corto plazo hasta el punto de contarse las cosas que les apasionaban.

Tenían gustos similares, valdo tocaba el bajo, roier tocaba la batería, buhajeruk era vocalista, componía y era guitarrista.

Así que formaron una banda.

Secreta.

Fue fácil inventar un nombre y ponerse de acuerdo.

A decir verdad les daba miedo contarle al público el cual no era poco ya que eran de los streamers más populares en toda latinoamerica y conocidos de igual forma en Estados Unidos. Eran de los más fotografiados, salieran a donde sea, siempre había gente afuera esperando.

Cantaban en bares poco populares de bsas y para más seguridad pedían guardar teléfonos, cosa que no era gran molestia, ya que valía totalmente la pena.

Al principio había algunas sospechas, roier y mariana al ser de México, el hecho de que fueran hasta Buenos Aires era raro, al principio se creía que era por que Sebastián e Iván eran novios, lo cual salieron a desmentir.

El día de hoy era un viernes por la noche.

Aproximadamente las 12 de la noche.

Apenas había terminado stream, Iván tuvo que hacer de cenar y darle de cenar a su pequeña gatita, comer rápido e ir inmediatamente a arreglarse para salir al bar en el que lo esperaban.

Salió vestido de negro para pasar desapercibido más fácilmente.

— chau princesita, vuelvo a la noche. — y le dio un pequeño besito en la cabeza, para después cerrar con llave.

Subió y puso el carro en marcha, sería una larga noche.

!

Se encontraba de nuevo en aquel bar, estaba nervioso.

Llevaba toda la semana pensando en una sola cosa; el guitarrista.

Incluso algunos de sus viewers notaron eso durante la semana, en stream ponía rock en español; cuarteto de nos, los prisioneros, calamaro o spinetta incluso.

Se excuso con que los venia escuchando desde antes.

Pero obviamente era por que le recordaba a tal personita.

Ni siquiera sabía su nombre pero era tan atractivo, siempre tenía esos recuerdos borrosos de cuando su pelo caía sobre su frente llena de sudor mientras tocaba con fuerza la guitarra, ya sabes lo que dicen, los guitarristas son hábiles con los dedos.

definitivamente tendría que probar eso.

Tenía en su mano un vaso de vodka con jugo.

Solo tenía que esperar unos cuantos segundos por la llegada de aquél hombre.

Iván llegó lo más rápido, entrando directamente a un pequeño cuarto de mantenimiento donde afinaban instrumentos antes de entrar.

El cuarto se llenó de quejas por la tardanza.

— muevan el orto en vez de quejarse, señoritas. — dijó riendo apresurando a sus compañeros.

Se acomodaron en sus lugares rápidamente, buhajeruk enfrente del micrófono.

No perdieron ni un segundo y empezaron con la primera canción.

Persiana Americana.

Una de sus favoritas, le encantaba de lo que hablaba. Se escuchaban algunos chiflidos y aplausos por parte de la gente.

Su voz tranquila y algo ronca.

Minuto 2:17.

— no sientes miedo, sigues sonriendo... — cantaba con sonrisa vacilante sabiendo que estaba apunto de cambiar la letra por algo en especial, su mirada encontrándose con unos ojos verdes — entonces te gusta pensar, hasta donde llegaré — y volvió a entonar con el instrumental.

La canción terminó rápido, tomo 10 segundos rápidos para tomar agua, para empezar la siguiente.

Trátame suavemente

con un movimiento mucho más tranquilo y melancolíco

Después siguió con te hacen falta vitaminas, con un ritmo movido moviéndose y saltando junto con su amigo valdo.

Siguió con nada personal.

Por último, tocó entre caníbales, una canción nueva que no tenía planeado cantarla hasta tiempo después.

— el dolor es veneno, nene — y su mirada estaba enfocada en un castaño bajito muy lindo. — y no lo sentirás hasta el fin, mientras te muevas lento y jadees el nombre que mata. — cantó con una sonrisa y le dio un guiño coqueto al de ojos verdes.

Al terminar la canción, rodrigo se sentía mareado entre el alcohol y los coqueteos indiscretos del pelinegro.

— somos soda stereo, muchas gracias por estar. — dijo ivan en voz alta frente al micrófono.

Se retiraron del frente entre risas y empujones.

Se dirijieron a la barra pidiendo una botella de vodka.

Querían alcoholizarse al fin y al cabo, eran jóvenes y con dinero.


















💌 🎸 ❤️

la última es la vencida, gente. ahora si la termino de escribir lo juro 😭🙏🏻

-, anair / lizzie. 𐙚

en la ciudad de la furia ; rodrivanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora