ii. piénsalo

560 80 1
                                    

Alfredo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Alfredo

Note como el vato jalaba hacia afuera a la muchacha. Me levante de donde estaba sentado y los seguí. Viendo como estos se sentaban debajo de un árbol y empezaban a comer.

Que recuerdos.

— ¿Patrón?. — murmuró el chico, con el ceño fruncido.

Verga.

— ¡Patrón! ¿Qué tal ha estado?. — preguntó el peli negro, levantándose de donde se encontraba sentado.

— Ah, hola. — murmuré extrañado, notando como la pelirroja nos veía. Me agüite.

— Soy Caleb. Un gusto conocerlo, patrón. — dijo sonriente, tendiéndome la mano.

Nos vamos entendiendo, cuñado.

— Alfredo, Alfredo Guzmán. — me presente, tomando su mando tendida — Perdón por interrumpirlos. — me disculpe, deseando que me presentara a la pelirroja.

— No se preocupe, solo estábamos comiendo. Es más, ¡Leonor! — gritó — ¡Vente, mija! ¡Saluda!.

La pelirroja se levantó. Sacudiendo su ropa para poder quitar un poco de polvo, se acercó a los dos hombres. Una sonrisa adornando su rostro, una sonrisa que hizo temblar a Alfredo.

Pensar que una mirada
Sería la puerta al paraíso
Al mirarme en esos ojos
La tristeza se me achica
Se agiganta mi alegría
Hoy mi pena ya no duele

Mucho gusto. — murmuró ella, tendiéndome la mano.

Y sin dudarlo, la acepté. Sintiendo un choque eléctrico cuando toque su mano, sintiendo emociones que nunca había sentido antes. Verga, ya me encule.

 Verga, ya me encule

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Leonor

— Mucho gusto. — salude, tendiéndole la mano.

— El gusto es mío. — respondió con una sonrisa.

𝐎𝐉𝐎𝐒 𝐕𝐄𝐑𝐃𝐄𝐒; JAGSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora