Sergio nunca pensó en que su vida terminaría de esa manera, todo en el último tiempo se había vuelto caótico.
¿Por qué su novio lo había dejado de repente? ¿Qué había hecho mal? ¿Acaso no fue un buen omega?
Aquello rondaba por su mente desde que el contrario lo dejó, aún no se lo creía, todo parecía ir de mal a peor. Lo único que sabía es que su trabajo no le estaba haciendo las cosas mucho más fáciles, no tenía ganas de seguir viendo a su ex durante toda la temporada, ni de soportar a su insoportable compañero alfa y su coqueteo descarado (aquel que le había traído muchos problemas con su ex al ser el único alfa que no podía evitar que se le acercará). Sin mencionar que su ex era tan celoso que poco a poco se había ido alejando de las personas que conocía, lo bueno de sus amigos es que estos eran omegas, así que al menos no se había quedado completamente solo.
Era cuestión de días para que se hicieran las pruebas de inicio de temporada y no estaba de humor para regresar, si no amara tanto el deporte estaba seguro que lo hubiera dejado hace ya un buen tiempo. Pero al menos sus últimos días de descanso los pasaría disfrutando de su tiempo libre y que mejor que en Mónaco, amaba ese sitio, le traía unos gratos recuerdos.
El mensaje de su mejor amigo le hizo llevar su mirada a su móvil leyendo la invitación, antes de pensar en que responderle, no tuvo oportunidad de hacerlo cuando esté ya se encontraba llamándole.
—Lancie, no era necesario que llamarás.—una risita se escapó de sus labios, a la vez que tomaba asiento en el sofá de su temporal hogar—Estoy bien, te lo prometo, si, si, se que te preocupas por lo de mi ruptura, pero estoy bien...
Aún no me sentía del todo bien pero no deseaba preocuparlo, menos cuando estábamos cerca de iniciar la temporada y obviamente tendría que enfrentarme a mi realidad, en cualquier momento terminaría topandome con Lewis.
—Claro, allá te veo—musite para después terminar la llamada, cerrando mis ojos durante algunos segundos intentando relajarme.
Vamos Sergio, todo estará bien.
Sabía que aquella dichosa salida terminaría mal, sobre todo al saber que sería entre todos los pilotos del paddock, no solo tendría que ver a mi ex junto a su nueva pareja, también tendría que soportar a mi muy irritante compañero de equipo.
Y no es que tuviera algo contra Max, era guapo, entraba fácilmente en el tipo de hombre que me gustaba pero sabía que salir con él sería una pésima idea, incluso si solo era para molestar a Lewis como Yuki había sugerido. Estaba seguro que Max solo tenía un capricho conmigo (uno que había durado algunos años para mí mala suerte) pero podía apostar que él no me amaba como aseguraba.
Yo quería algo más estable, deseaba una pareja con la que pudiera conectar no solo de manera física, sino que mi lobo y yo nos sintiéramos a gustó, amados y respetados.
Con menos ganas que antes me levanté del sofá para ir a mi habitación y así poder elegir algo decente según los gustos de Lance, ya que era capaz de hacer que regresáramos solo para mostrarle a Lewis "todo lo que dejó ir". Una vez me encontré a gusto con mi vestuario salí de mi hogar, comenzando a manejar a dónde se llevaría a cabo la reunión, por lo que había entendido a mi amigo, primero iríamos a cenar y después a tomar algo, así que esperaba los nervios me fueran abandonando poco a poco.
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𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐚𝐝𝐨𝐬
FanfictionSergio pensó que tras su ruptura con Lewis todo había terminado, su novio lo había dejado y ahora estaba seguro que jamás encontraría a su destinado. Pero las cosas no siempre suceden como uno las espera. ¿Será que la madre luna podría equivocarse?