𝑶𝒉 𝒏𝒐...

Una desastroza llegada

Yo: esto será más serio que la anterior versión el humor habrá pero no tanto
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El primer viaje en avión... ¿a quién no le da miedo?
Estás en el aire, y el más mínimo error podría costarte la vida. El miedo es normal en estos momentos... y aquí se nota con quién estamos. Su nombre es Jeremy: un chico de baja estatura que necesita lentes para poder ver... y que está muerto de miedo por ser su primera vez volando.

Jeremy: (Vamos, Jeremy, ¡tú puedes! Es solo un avión... que también podría llevarte a la muerte...) -pensó, tragando saliva con nerviosismo. Luego se abofeteó a sí mismo- ¡No pienses en eso, idiota! Solo vas a asustarte más...

Cuando estaba por ir a sentarse a esperar su vuelo, alguien tocó su hombro. Jeremy dio un salto del susto, se apartó gritando y volteó bruscamente.

???: ¡Debiste ver tu maldita cara, nerd! -dijo una voz femenina con burla.-

Jeremy: -¡Tinna, no es gracioso! -respondió enfadado, aún con el corazón agitado- ¡Casi me das un maldito infarto!

Tinna: -Oh, vamos, enano, no fue para tanto. Ni que fuera uno de esos robots horribles y chaparros -comentó, apoyando su mano en el hombro de su hermano- Cuidadito, dicen que se van a revelar y te van a quitar los órganos... uuuuuh.

Jeremy: Se llaman worker drones, y no empieces con tus tonterías para asustarme -dijo, apartándola molesto- Cómo odio que mamá dijera que vinieras conmigo...

Tinna: ¡Pues obvio! Alguien tenía que cuidarte, flacucho. Además, siempre quise ir a Estados Unidos. Tal vez allá podamos conseguir una de esas latas de metal. ¿Tendrán alguna que prepare panchos en su estómago? -se preguntó con una sonrisa curiosa.-

Jeremy: Tú y tus cosas, Tinna... -suspiró, lanzándole una mirada resignada a su hermana.-

Ambos pasaron por las revisiones, y por fin lograron subir al avión. Se sentaron juntos, y Jeremy bajó la cortina de la ventana. No quería ver nada afuera.

Jeremy: (Solo respira... y nada malo pasará...) -intentó calmarse, incluso cerró los ojos para dormir un poco.-

Tinna: ¿Sigues asustado, enano? -preguntó con tono burlón.-

Jeremy: Solo estoy pensando en todos los problemas que podríamos tener, ¿ok? Es mi primera vez en avión y... no quiero morir -admitió, con un poco de vergüenza.-

Tinna: Tranquilo, no te va a pasar nada. Los que manejan esto son profesionales. Y además, estoy contigo -dijo despeinando con cariño a su hermano- Nunca dejaría que te pasara algo malo.

Jeremy: Gracias... supongo. Eso ayuda un poco. Creo que solo dormiré un rato -dijo, bostezando mientras se quitaba los lentes y los guardaba.-

Tinna: Duerme bien, enano. Estoy aquí para lo que necesites -susurró mientras se acomodaba en su asiento.-

Jeremy: Gracias, Tinna... -murmuró con una pequeña sonrisa antes de cerrar los ojos.-

Todo se volvió oscuridad. No había nada.
Cuando Jeremy volvió a abrir los ojos, se encontraba en un lugar extraño, como si estuviera flotando en el espacio. La confusión lo envolvía.

Jeremy: ¿Q-qué es este l-lugar...? -preguntó con voz temblorosa- ¡¡Tinna!! ¿Dónde estás? -gritó, desesperado, pero no hubo respuesta.-