LEAH
¿Qué pasaría si de repente decidiera levantarme y pegarle un puñetazo a mi profesora de química?
¿Acabaría castigada? Probablemente
¿Expulsada? Seguramente
¿Lo disfrutaría? Definitivamente
No sé cuánto tiempo estuve imaginando como iba a torturar a la señora Smith en cuanto se diera la vuelta. No fue hasta que Maya apareció en mi campo de visión que desperté de mi ensoñación.
— ¿Otra vez imaginando como escondería su cadáver? — no pude ocultar mi sonrisa, me conoce demasiado bien.
—Sabes perfectamente que lo mío con esa bruja es completamente justificado— ambas comenzamos a reír a carcajadas mientras salíamos del aula.
Para mi desgracia la señora Smith llevaba ya tres años seguidos dándome clase y me odiaba simplemente por ser la hermana de mi hermano. Digamos que Matthew se ganó una reputación entre los profesores.
Gracias al cielo la mayoría de ellos ya estaban jubilados, pero para mi desgracia, Smith a pesar de su edad no se jubilaba y por lo visto aún tenia fuerzas para arruinarme la vida de cualquier modo.
—Alegra esa cara por dios— Maya me dio un codazo que me despertó por completo —Vamos a por unas hamburguesas de Jeff's, invito yo.
Escuchar eso inmediatamente me anima, las hamburguesas de Jeff's eran las mejores de la ciudad y para nuestra suerte el gerente del restaurante era el tío de la castaña. Lo que siempre nos daba una ventaja sobre los demás.
🦋🦋🦋
En cuanto cruzamos las puertas de la cafetería comenzamos a buscar a mi hermano entre todos los adolescentes del lugar, en cuanto lo localizamos nos dirigimos hacia él. Maya con una sonrisa y yo con cara de asesino serial.
—Déjame adivinar, Smith ¿verdad?— Matthew mi adorado hermano mayor no pudo ocultar su sonrisa burlona al verme la cara —Esa mujer es peor que un grano en el culo.
—No te rías de mi maldito infeliz, estoy en este problema por tu culpa.
—Sabes perfectamente que esa mujer tenia algo contra mi y yo solo me defendí
—Bueno pues haberte defendido me ha arruinado la vida— espeté mientras me hundía en el asiento refunfuñando.
Matt y Maya comenzaron a burlarse de mi penosa vida así que para evitar acabar en la cárcel por homicidio decidí ir al baño a refrescarme.
—¡Me largo par de idiotas! —grité mientras caminaba hacia los servicios.
Una vez allí me mojé con un poco de agua, ya que el calor del verano aún no desaparecía a pesar de estar a finales de septiembre.
Mi piel ligeramente bronceada por el sol estaba recuperando el tono pálido que había perdido en la playa, mi cabello azul oscuro había vuelto ha crecer lo suficiente para que por fin pudiera volver ha hacerme coletas.
Al verme en el espejo pude ver que a pesar de llevar tan solo dos semanas de curso mis ojos avellanas ya tenían profundas ojeras.
Tras quitar las arrugas imaginarias de mi falda uniforme decidí que era hora de salir, rogaba que esos imbéciles no hubieran empezado a pedir sin mi.
Al salir del baño vi que estaban hablando con un camarero por lo que apresuré el paso lo máximo posible, aunque antes de poder cumplir mi objetivo sentí como mi cuerpo se estampó contra algo o más bien alguien.
Tras el impacto pude notar como algo se caía sobre mi uniforme, algo helado y con un olor demasiado dulce para mi gusto. Un batido de frambuesa, un idiota me había tirado un jodido batido de frambuesa encima.
—Joder la matricula, —le escuché farfullar mientras se agachaba a recoger unos papeles que poco me importaban con el alivio inundando sus fracciones —deberías andar con mas cuidado, casi me manchas esto.
¿Me estaba culpando a mí?
Es hombre muerto.
— ¿Qué acabas de decir idiota? —era capaz de sentir el humo salir por mis orejas —El que se ha chocado conmigo y me ha tirado la mierda esta encima has sido tú.
—Mira todos nos equivocamos y no pasa nada, solo pídeme perdón y solucionado.
¿Y este tipo que se cree?
—¿Disculpa? —estaba en shock, este gilipollas se esta burlando de mi.
— Disculpa aceptada, ¿Ves que no era tan difícil? —una sonrisa comenzó ha formarse en su rostro, sonrisa que quería borrar de un buen golpe —Bueno espero que puedas sacar la mancha, te recomiendo utilizar agua fría.
Antes de que pudiera contestarle el muy cabrón se había perdido entre la multitud. Por lo que decidí tragarme el orgullo y volver a la mesa.
Definitivamente hoy no es nuestro día.
Estoy de acuerdo querida consciencia, completamente de acuerdo.
Me acerqué a la mesa y en cuanto me vieron empezaron a reír.
— ¿Qué mierda te paso? —preguntó mi hermano mirándome a punto de estallar en carcajadas de nuevo
—El universo me odia, eso pasa. —contesté de mala gana tomando asiento junto a mi amiga.
Definitivamente este iba a ser un curso largo si mi suerte seguía así.
ESTÁS LEYENDO
fugaz como una estrella
RomanceSon tan solo dos adolescentes, que chocan como astros. Ambos tienen sus demonios internos, saben que enamorase no es como nos lo han pintado pero esperan que su romance de película dure lo que tenga que durar