𝗧𝗥𝗔𝗕𝗔𝗝𝗢 𝗧𝗥𝗔𝗕𝗔𝗝𝗢! ꩜ fnaf movie

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Mike necesitaba trabajo.

Después de perder su trabajo como guardia de un centro comercial no ha podido ser mucho, teniendo un poco de dinero ahorrado para sustentar a su hermana Abby pero no es suficiente.

Así que acude con su consejero de confianza el señor Steve Raglan.

—Hola Mike, me es un gusto verte de nuevo —

Y ahí estaba el señor Raglan tan animado y tranquilo como siempre, a pesar que el ya lo había recomendado a trabajos anteriores y lo habían despedido por su gran carácter el señor Raglan fue muy paciente con el.

—Buenos días señor —

Paso a su oficina y se sentó, el señor Raglan empezó por unos cuantos trabajos mal pagados e ineficientes.

Mike al inicio estaba escuchando a la conversación pero se perdió al sentir una humedad entre sus piernas. Se sentía mareado y caliente, tenía ganas de tocarse pero estaba en búsqueda de trabajo, en una oficina, al frente del señor Raglan, la idea era un rotundo no.

Sentía como la humedad comenzaba a humedecer sus pantalones, no pudo evitar rosarse y una chispa de placer lo invadió, queria más, más que eso pero por el momento no podía hacer nada tenía que mantener la compostura.

—Y eso es todo Mike, no hay muchos trabajos buenos y no todos querrán aceptarte por tu historial —

Oh, realmente necesitaba un trabajo, su excitación no ayudaba a tener la mente calmada.

—Y-Yo haré cualquier cosa —

El señor Raglan lo miró por un segundo sorprendido pero luego una sonrisa adorno su rostro.

—¿Cualquier cosa? — Preguntó Steve con una voz ronca.

Eso sonó como algo más, muy sospechoso pero lo ignoraria, necesitaba un trabajo a toda costa para mantener a su hermana con el.

—¡Demonios! D-Digo si, por supuesto —

Lo caliente y la humedad iba aumentando conforme pasaban los minutos, no podía más tenía tantas ganas de tocarse ahí mismo frente al señor Raglan, que el señor Raglan lo viera como la perra caliente que era, lo imaginaba a él mirándolo con esos ojos abiertos en par para vez como su cliente favorito se metía los dedos en su dulce y rosadito coño.

El señor Raglan lo miró a los ojos directamente, como si lo quisiera devorar con tan solo mirarlo.

—Esta bien — Rompió el contacto visual. Se levantó de su asiento para rodear la mesa y detenerse al frente de Mike.

Mike trago duro, suponía no, sabía que desde la vista de Steve delataba su humedad entre sus pantalones y su excitación en el aire.

El señor Raglan lo observó de arriba para abajo, notando su obvia excitación y la humedad entre sus piernas. No pudo evitar en pensar a su cliente favorito sobre el rogando por su polla, la imagen mental hacia que sus pantalones le quedarán chicos.

—No te preocupes Mike, te cuidaré muy bien —

Steve se acercó a Mike para besarlo y alzarlo de la silla apasionadamente, Mike no hizo caso omiso, lo aceptó gustosamente, el beso eran lento y lujurioso tomándose el tiempo para saborear sus bocas y tocarse mutuamente, parecía que las cosas irían de forma románticas hasta que Steve volteara bruscamente a Mike y lo encimara sobre el escritorio.

—Eres una perra necesitada ¿no es así Mike? —

Mike se encontraba demasiado extasiado para responder, sentía su coño aún más mojado por aquel beso y eso fue visto pro el Steve.

—Que puta, un solo beso y ya estás tan mojada — El señor Raglan decía contra su oído mientras tocaba aquella zona humeda sobre la tela.

—Ahh — Mike podía sentir aquellos dedos en su entrepierna vestida, la sensación era sofocante, era placentero pero no lo suficiente.

En eso que la sensación de los dedos se fue, Mike quedó desconcertado, iba a reclamar hasta que unas manos rápidas bajaron sus pantalones y ropa interior incluido zapatos hasta el suelo. Mike sintió el aire frío chocar contra sus muslos y su rosado coño, cerró las piernas por inercia.

—¿Quién te dijo que cerrarás las piernas puta? —
Dijo Steve roncamente en su oreja para abrirle de un tirón y de paso estirar su coño excitado, los jugos empezaron a fluir de su vagina por la necesidad de una polla.

—Ahh y-yo ¡q-quiero más! — Mike no lo podía soportar, la picazón era mucha, su vagina estaba completamente hinchada y roja.

Raglan no podía desperdiciar semejante manjar que tenía al frente.

Se agachó hasta a la altura de la vagina de Mike, viendo el lindo coñito rosadito no pudo evitar enterrarse en el.

Mike ahogó un grito, el señor Raglan empezó a lamer su coño, sentía como su barba corta le rosaba en su flor excitandolo aún más.

Raglan nunca había probado un sabor igual, los jugos sucios de Mike se pegaban a su barba, comenzó a chupar su clitoris con cada minuto que pasaba Mike contenía los gemidos, la vergüenza de que lo escucharán eran mucha.

—Mhg, ahh — Los sonidos obscenos que hacía la lengua de Raglan comiendo su vagina lo hacían querer correrse puso sus manos en la cabeza canosa al igual que Raglan sujeto con fuerza sus muslos dejando marcas rojizas en el proceso, pero justamente cuando creía venirse el señor Raglan se detiene abruptamente. Iba a objetar por la falta de atención en su coño, pero el sonido del cinturón desabrochandose hizo que llamará su atención.

El señor Raglan soltó su polla gorda sobre el coño mojado de Mike.

—Mhg — Sentía como la polla de el señor Raglan palpitaba en todo su coño buscando algo en que introducirse.

—Ahh que liberador — Comentó el señor Raglan para agarrar su polla y posicionarla sobre la vagina de Mike —Deberías verte Mike, tan mojada y necesitada por mi polla no puedo esperar para romperte por completo —

Mike no podía razonar, únicamente tenía la idea de tener esa grande polla destruyendo su coño.

Sin ningún aviso, Steve metió de una estocada su polla lo que provocó los gemidos por parte de los dos.

Raglan empezó a ir rápido sin intenciones de detenerse, Mike no le podía seguir el paso, la sobrestimulación era demasiada, el golpeó de las bolas cargadas de leche de el señor Raglan contra el coño húmedo y resbaladizo de Mike hacia que viera estrellas.

No podía parar de jadear y gemir, poco poco se fue cansando hasta quedar completamente recostado en el escritorio del señor Raglan, el señor Raglan no tenía intenciones de detenerse.

—Ahh ahh mmm~ — Mike se encontraba fuera de si mismo, solo reconocía el placer que Steve le daba. Se dejaba hacer como si fuera un simple objeto.

—Mira lo que puta te ves Mike, definitivamente deberia criarte, tan gorda y tan llena de mis hijos — Decía el señor Raglan mientras que ralentizaba sus estocadas lo que significa que estaba cerca de correrse.

Unas cuantas estocadas más bastaron que Steve liberará toda su semilla dentro de Mike.

Mike dio su último gemido al sentir todo el esperma del señor Raglan dentro suyo, Steve salió de Mike para observar como su semen salía de la vagina hinchada de Mike.

Mike se quedó mirando al techo, era un caso perdido pero si pudo encontrar un trabajo.