🧸Capitulo 1: una mañana fría

940 26 3
                                    

Esteban Era el mejor de su clase no tenía que esforzarse para sacar buenas notas. Además, el maestro de deportes no le quitaba el ojo de encima, lo había visto correr por los pasillos de la escuela y lo quería en el equipo de atletismo también seria perfecto para el de básquet, si no fuera un poco bajo de estatura para su edad. Aún conservaba cierta inocencia en su mirada quizás era por sus grandes ojos cafés o por la suavidad que mantenía en su rostro más cercana a la niñez que a las imperfecciones de la adolescencia que ya tenían algunos de sus compañeros. También se incomodaba fácilmente cuando los escuchaba a los chicos hablar sobre las chicas.

- "Por eso me siento atrás de Andrea su camiseta de deportes se transparenta un poco y se le nota el brasier, a veces hasta se ve de qué color es y más cuando suda después de deportes"— dijo Benny uno de los brabucones del grupo.

- "pues sí, pero me gusta más Laura, usa el pants demasiado ajustado y... -No espero a que Dante terminara la frase antes de salir al baño y cambiar de lugar discretamente al regresar, lo cual no era necesario ya que no llamaba mucho la atención.

Hacia un poco de frío esa fresca mañana de sábado llevaba una pijama de dos piezas el material era un poco afelpado, perfecto para un día frio como ese era de color azul celeste con estrellas de colores: blancas, amarillas, azules y rosas. A muchos niños les hubiera incomodado eso último, pero hacia frio y esa era su pijama más calientita, además su mama detestaba ese tipo de actitudes, no entendía por qué otras madres permitían que sus hijos fueran tan prejuiciosos por algo tan simple como un color y no quería eso para Esteban.

—"Ese color va más con tu personalidad colores más suaves o brillantes, sabes que no me gusta cuando usas colores muy oscuros y opacos tú no eres así. Ni tampoco con cosas grotescas como esa playera con un zombi que vimos en la tienda el otro día. Además, los chicos también se ven tiernos de rosa un chico también puede ser tierno, como tú". -Había dicho su madre en alguna ocasión haciéndolo sonrojar un poco, después de todo no era común escuchar que un chico fuera "tierno".

No eran las pequeñas estrellas de color rosa lo que le daba un poco de vergüenza, al final estas se perdían con las de otros colores y algunos dibujitos de nubes y con la luna sonriente bordada en el bolsillo del lado derecho de la camisa. Lo que en verdad lo avergonzaba un poco eran los personajes de Winnie Pooh que descansaban en una nube justo a la altura de su estómago, estos a diferencia de los demás detalles eran demasiado grandes e imposibles de ignorar, eran el atractivo principal de esa pijama que funcionaba como un imán para cualquier adulto que al verla se ponía imaginar a su niño o niña con ella. La imagen de esteban usándola había sido demasiado tierna en la cabeza de su abuela que había caído en la trampa y la había enviado como regalo para Esteban la navidad pasada.

- "Buenos días"-saludo a sus padres que ya estaban en la cocina desayunando, su padre estaba tomando una taza de café mientras su madre preparaba el desayuno.

- "Te levantaste algo temprano hoy, todo bien con..."-dijo su madre.

-" Por fin lo hiciste, no entiendo por qué no querías usarla se ve bastante cómoda"-Sonrió Regina su hermana menor que en secreto quería ver a su hermano mayor usándola y se había decepcionado un poco de que este la tuviera enterrada en el fondo de su armario.

Esteban solo rodo los ojos sin darle mucha importancia, pero agradeció un poco que Regina apareciera en el momento correcto.

- "Es solo porque está haciendo frío a estado lloviendo toda la semana y la ventana de mi habitación no ayuda".

-"¿y eso que importa? Deberías usarla más, Es una pijama muy cómoda y así no enfermas, ¿verdad?"-Dijo Conteniendo las ganas de abrazarlo se veía tan suavecito y lindo un poco como un peluche también quería subirle el gorro de osito, pero sabía que si lo hacia correría el riesgo de que ya no usara jamás esa pijama por la casa. Ella en cambio llevaba solo un pantalón de franela azul con un patrón de cuadros y una camiseta blanca, esta no compartía su sensibilidad al frio solo se sirvió un poco de café y se puso a charlar con su padre sobre la obra que estaba preparando con su grupo de teatro.

Esteban solo se sirvió un poco de leche y la metió en el microondas para que se calentara un poco, nunca le gusto el sabor amargo del café, espero de pie mirando la cuenta regresiva a veces era divertido imaginar que se trataba de una situación complicada como en esas películas cuando quedan 5 segundos para cortar un cable o todo volara en pedazos o tal vez la cuenta regresiva para que el cohete despegara. 4,3,2,1....

- "¿Supongo que el desayuno puede esperar no es así cariño?"-

Sintió como su madre presionaba su entrepierna haciendo sonar el plástico del pañal desechable que llevaba puesto. Estaba de rodillas detrás de él, puso un brazo en su hombro y paso el otro por en medio de sus piernas separándolas con firmeza, dejando en claro que no quería que este se moviera para alcanzar el pañal y revisarlo como lo hacía todas las mañanas, mientras regina solo observaba de forma disimulada.

-"s-si mama".



🖍️Esta es mi primera historia ABDL y sus comentarios son mas que bienvenidos

Como algodón de azúcarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora