Dónde Aegon se obsesiona con Charlotte Lannister, una dama de compañía de su esposa Helaena. Dónde Charlotte Lannister busca poder poder sin importar quien caiga en el camino. ¿Serán capaces de enamorarse o solo se utilizarán para su propio benefici...
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El cielo había amanecido despejado tras una larga tormenta durante toda la noche. Los rayos del sol iluminaban todos los rincones de la fortaleza roja. En uno de los muchos jardines, la reina Alicent había organizado un desayuno antes de ir a la corte para celebrar el reciente compromiso de su hijo el príncipe Aemond y Lady Matilda Lannister, la heredera de Casterly Rock. La comida estaba servida en la mesa, los panes recién hechos decorados con fruta y el olor del café abría el paladar de todos.
La reina Alicent lo había organizado precipitadamente, pero, tenía más de un motivo para celebrar ese día. Charlotte fue invitada esa misma mañana. La joven Lannister usaba un vestido rojo de satín, de manga larga con detalles dorados. Su cabello suelto caía por su espalda con unas trenzas al frente.
La mayoría de los invitados se encontraban en la mesa muy sonrientes. En el lugar principal se encontraba el rey Viserys II, un hombre enfermizo que usaba una máscara que le cubría la mitad de la cara. Para Charlotte era muy sorprendente que estuviera vivo en ese estado. Era claro que ese hombre le quedaba muy poco de vida. Su voz era muy debil y apenas se le escuchaba cuando hablaba.
A lado del rey se encontraba la reina Alicent Hightower, usaba un vestido de manga larga y su cabello agarrado en una trenza formando una corona. Ella estaba tan sonriente por la celebración, si rostro no podía ocultarlo. Platicaba muy feliz con Lord mano del rey que se encontraba a su lado. Otto Hightower, vestía de negro y estaba bastante arreglado. Su cabello oscuro con algunas canas por la edad estaba peinado hacia atrás, su barba estaba arreglada. Su rostro era autoritario, pero cuando estaba con su familia se volvía más relajado. A Charlotte le parecía un hombre fascinante y estaba dispuesta a ganarse su favor. Llevarse bien con él la haría tener poder en ese lugar pues, prácticamente él era el verdadero rey y gobernante de los siete reinos. Su mirada era tan penetrante que parecía que podía leer la mente de todos.
La princesa Helaena con su bebé se encontraba sentada a lado de su madre. Usaba un vestido azul cielo de manga larga y su cabello suelto con una corona de trenzas en la parte superior. Se veía tan inocente y tonta. A pesar de servirle como su dama de compañía, Charlotte no le tenía ningún cariño a la esposa de Aegon. Consideraba que era demasiado débil para convertirse en reina. Agregando a eso que no servía como mujer porque prácticamente su único trabajo era darle un hijo al príncipe y había fracasado. Lo único que logró fue darle una niña que de poco servía eso. Su actitud era tan sumisa y obediente, nunca se atrevía a contradecir a nadie. Era muy rara también, siempre decía cosas sin sentido y tenía una obsesión estúpida por los bichos.
A lado de la princesa se encontraba lady Jennifer Hightower, prima de Aegon e hija del lord de Oldtown. Su cabello era rojizo y ondulado, sus ojos eran marrones y su piel clara. Usaba un vestido verde y un collar de una estrella demostrando su fe ante los siete. Ella había llegado cuando tenía doce años a vivir a la capital para servir como pupila de la reina Alicent. Jennifer era la sombra de Helaena, siempre te estaba con ella y se podía considerar era la amiga más cercana de la princesa. Charlotte convivía con ella sin embargo, no había llegado a formar un vínculo. Su personalidad era amable, pero básicamente era una recatada y extremista religiosa igual que todos los Hightower.
