Naruto soltó una pequeña risa cuando los labios de su pareja besaron su cuello.
—Me haces cosquillas.—Anunció— Y necesito terminar con la maleta. Espérate a que estemos en la casa.
Un tarareo resonó cerca de su oído antes de que los brazos que rodeaban su cintura se alejaran de él.
Su pareja se sentó a su lado en la cama mientras hacía brincar sus piernas en un acto ansioso.
—Tu madre llora como si nos fuéramos a otro país.—Comentó Itachi— Me acusó de robar a su hijo ¿Puedes creerlo? —Naruto sonrió por la información.
Claro que podía creerlo y es que aún desde su cuarto, podía escuchar los sollozos de su madre.
Hacía meses, Itachi le había anunciado de la nueva casa que había conseguido para ambos.Un hogar grande, ubicado antes de salir de la ciudad, exactamente por donde todo rastro de civilización ya casi no se veía.
Naruto pensaba que el precio, lo suficientemente bajo como para que haya sido su pareja quien la compró a los pocos meses de haber comenzado a trabajar en la empresa de su tío, se debía al hecho de mantenerse lo más alejada posible del centro de la ciudad.Habían discutido más de una vez la ubicación de su próximo hogar. Itachi, conociendo a su pareja y sabiendo que debía estudiar, había buscado cerca de la universidad de Naruto. Sin embargo, el joven rubio había pedido que sea alejada, rodeada de árboles y un lugar sumamente tranquilo al conocer los gustos de su novio.
Itachi era la clase de persona que amaba la tranquilidad y el silencio, algo que no parecía cuadrar del todo bien cuando se trataba de la elección de pareja que había hecho, ya que a diferencia suya, Naruto era escandaloso y le encantaba mantener a la gente revoloteando a su alrededor.
Por lo tanto, siendo que quien había comprado la vivienda en su totalidad había sido el azabache, aceptó que pudiera estar en un lugar que sabía que a su novio le resultaba agradable.
Claro está, que no pensaba decirle que al no tener vecinos tan cerca, podrían cumplir una que otra fantasía que se presentaba en su cabeza. Como por ejemplo, hacer el amor en la piscina.Cerró la maleta y subiendo la barra del objeto, salió del cuarto junto a su pareja mientras el sonido de las ruedas resonaba sobre el piso de madera.
—No te volveré a ver.—Dramatizó la dama.
Naruto y su padre sonrieron, intentando calmar a la mujer.
—Mamá, pueden ir cuando quieran o vengo yo.—Comentó el menor— No tienes que llorar ¿Si? Estamos a minutos de aquí.
Claro que aquello no significaba que fueran a ser cinco o diez minutos.
Naruto estuvo mentalizándose sobre la hora en la que debía salir de su casa y los distintos autobuses que debería tomar para poder llegar a su universidad el día que su novio no esté.
Y es que de los dos, era el único que contaba con automóvil.Tomó la mano de su pareja y luego de despedir a sus padres, salió de aquel hogar en el que se había criado y en el que tenía demasiados recuerdos de su niñez. Ahora, yendo hacia su nueva casa donde comenzaría a crear lo que en un futuro serían recuerdos y buenos momentos junto a su amado.
Naruto no conocía la casa. Sabía su ubicación y más o menos se la imaginó de acuerdo a los que su novio le detallaba.
Aún así, Itachi no había querido ser tan detallista al momento de explicar porque quería que fuera una sorpresa.—Solo puedo decirte que es grande, muy hermosa y tiene una piscina.—Naruto recordó las palabras del azabache mientras se recostaba en el asiento y volteaba para verlo con una sonrisa.
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La casa victoriana (ItaNaru) ONESHOT
HorrorHabían conseguido una casa a un precio demasiado bajo sin saber el secreto que esconde. ¿Cómo desaprovechar la oportunidad de poder vivir juntos en un hogar que su novio había conseguido? Un nuevo hogar alejado de todos los sonidos de la ciudad y do...