VIII. Caso II. Abducción parte II

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Después de una parada forzosa para hacerse con un poco de té de la cafetería del vecindario, Wei WuXian anunció su llegada. Wen Xu tenía una expresión de pocos amigos en el rostro, y aceptó la bebida con cafeína y la caja de donas que WangJi ofreció a los miembros del escuadrón.

El detective se dedicó a revisar horas de grabaciones de cámaras de seguridad, y marcó la ruta parcial del padre.

Jiang Cheng, se remangó los extremos de su chaqueta bermellón. Tomó el rotulador de tinta negra y comenzó a escribir a partir de las entrevistas realizadas por Wei WuXian y Lan WangJi.

—¿Qué es lo que encontraron?

Jiang WanYin arrugó la nariz.

—Estuvimos en el trabajo de Wang XueSong. No parecen saber nada al respecto. Por las opiniones de sus compañeros, él parece un sujeto tranquilo, agradable compañero, buen padre. Amoroso y cariñoso. Reservado sobre su vida privada, no hablaba sobre la situación con su ex esposa ni la separación.

Nie MingJue escuchó la información, asintió cruzándose de brazos y se apoyó contra un escritorio.

—¿Encontraron antecedentes previos?

—Ninguno, capitán. Ni siquiera una multa de tránsito.

—¿Qué acontecimientos relevantes encontraron en la escuela?

Wei WuXian tragó parte del bollo en su boca, y se apresuró a hablar: —No mucho. Las profesoras de la escuela señalaron que Wang XueSong era un padre comprometido. Asistía a todas las reuniones de padres y llamaba a la escuela para saber del estado de sus hijas.

Lan WangJi colocó la carpeta manila con los dibujos inquietantes de las niñas y se apartó para consultar a Luo QingYang al respecto.

Yao Zhou extendió una copia del reporte de investigación, y Wei WuXian hojeó superficialmente.

—Capitán, ¿dónde está la madre?

—Haciendo entrevistas tras la emisión de la alerta de desaparecidos. Está con su abogado y consultando con la trabajadora social. Volverá aquí una vez que le llamemos.

Wei WuXian regresó a su sitio. Leyó el informe, recapitulando en relación a las denuncias lanzadas por el padre contra la madre. Hubo una por negligencia en el aseo, sumado a una mancha oscura en el brazo de la menor de sus hijas; y otra más por restricción de alimentos. Empero, tras la visita del trabajador social, las acusaciones fueron desestimadas y no procedieron.

Tras el divorcio se estipuló una demanda de manutención. Wang XueSong pagaba cerca del sesenta y cinco por ciento de su salario para la manutención de sus hijas, y tenía pocos días de visita al mes. El encargado del tribunal de lo familiar falló a favor de Yan YuChen como responsable de la tutela.

Wei WuXian no pudo evitar pensar que todo el asunto de divorcios, y peleas desagradables entre padres, amenazaban con provocarle una migraña de aura.

Mian Mian se presentó al cabo de unos minutos, vestía un gabán rosa con puños bordados en hilos tenné; le saludó con una sonrisa y siguió los pasos de Lan WangJi, el cual tomó sitio en su escritorio y liberó una carpeta de su gaveta.

Ella frunció el ceño al obtener el material entre manos, y se mostró descontenta.

Wei WuXian—: ¿Qué pasa?

—Es extraño. Estos dibujos tienen bastante disonancia. Aquí y acá. —Apuntó sobre los trazos.

Él no veía nada. Solo el uso de colores oscuros y algunos rayones en el borde de la página.

Hacerte feliz, hacer tus sueños realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora