CAP 16

103 5 0
                                        

"_Me estoy volviendo loco._"

Narradora Pov.

Horrorizado y preocupado de haberse visto de esa manera con Sebastián, cuyo propósito solo había logrado conseguir en sus sueños. Su cabeza estaba confundida ¿Qué sucedía? ¿Por qué de repente venían a su mente sueños de tal magnitud con aquel sujeto? Y ladrón de su primer beso. Sin lugar a dudas era extraño e impropio de él sentirse atraído por una persona que ni siquiera conocía.

_¡¿Qué rayos me hizo ese idiota?!_

Maldecía el joven agarrando su cabello y llevándolo atrás con una expresión ofuscada, pero exhalando un fuerte suspiro decidió levantarse para entrar al baño y lavarse la cara despejando su irritación e inquietud desesperante.

._Sebastian Michaelis._

Pronunciaba aquel nombre con la voz temblorosa a punto de caerse, pues en ese momento fue atacado por una fuerte migraña punzante que lo hizo soltar un pequeño gruñido de dolor, y de repente la misma voz volvió a resonar en su cabeza.

"_Ciel....No me abandones....por favor...._"

_¿Qué...?_

_knock...knock... Joven amo, ¿se encuentra bien?._

No obstante la voz de Tanaka interrumpió aquellos recuerdos de un efímero y desconocido pasado del cual sentía un sin sabor amargo en la garganta y un gran vacío en su pecho quemandole el estómago.

_Estoy bien._

Respondió Ciel abriendo la puerta de su cuarto encontrándose con el rostro preocupado de Tanaka ante la puerta.

_Disculpe Joven amo, creí haber escuchado un grito hace unos minutos y vine a revisar si estaba bien._

No, nada estaba bien con él y sus emociones descontroladas ante ¿Sueños? ¿Recuerdos? ¿Premoniciones?. No tenía ni la menor idea pero no quería preocupar a su mayordomo con algo tan absurdo y solo optó por decirle que su grito fue producto de una pesadilla.

_¿Quiere hablar de ello mi señor?._-pero aquel anciano noto su rostro afligido, aún sabiendo que su joven amo era muy reservado y no permitía que los demás se enteraran de sus emociones por lo sucedido cuando era un infante; se animó a preguntar, después de todo el lo consideraba como el nieto que nunca tuvo y le preocupaba cada cosa que se presentará en su vida.

_No, descuida estoy bien. Mejor vuelve a descansar._-Tajo Ciel con suavidad en su voz.-

_Si señor, usted también intenté descansar un poco más, recuerde que debe ir al instituto mañana temprano._-recordo el mayordomo al ojiazul, dado que eran la una de la madrugada y este debía asistir mucho más temprano para justificar sus ausencias personalmente ante el director.-

_Eso haré, gracias abuelo....buenas noches._-

Llamo el joven sorprendiendo al mayordomo porque usualmente suele llamarlo de esa manera cuando algo le preocupa o le da felicidad, sin embargo antes de siquiera mirar a su amo, este ya había cerrado la puerta de su habitación y sin más remedio tuvo que alejarse deseándole de igual manera las buenas noches.

Asimismo Ciel se dispuso a dormir y no darle más relevancia a su tormentosa situación cayendo rendido nuevamente en las suaves mantas de su cama.

A la mañana siguiente grande fue su sorpresa al saber que alguien lo buscaba en la entrada de la mansión a una hora tan temprana.

"¿Quién podrá ser?"

Se preguntaba el joven bajando por las escaleras con su maleta al hombro debido a que también iba de salida rumbo a la universidad. Hallando frente a las escaleras un hombre rubio con ojos azules, corpulento, vestido con un traje de color negro; bien planchado y unos zapatos bien pulidos en betún, con un pequeño audífono detrás de su oreja. Lentamente aquel pelirubio se acercó inclinando su cabeza.

𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐘𝐎𝐔... 𝐒𝐄𝐁𝐀𝐒𝐓𝐈𝐀𝐍 ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora