Oscura Obsesión

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Recientemente me propuse
conocer gente nueva, ya que soy de esas personas que cada cierto tiempo necesita cambiar de ambiente o de personas.

Hacia un año que me había mudado a la Capital de Bs As. Yo era de Morón, pero tenia esa sensación de que estaba llevando una vida monótona y rutinaria, sin nada relevante. Una noche conocí a Allende, la persona más sentimental y comprensiva que conozco y fue el que me motivo a mudarme, y a quien que con el tiempo llegue a amarlo.

Como decía, quería conocer personas nuevas, así que comencé a recorrer la cuidad. Y como amo el arte pensé en visitar galerias de arte.

Cuando estuve una una galería cerca de casa, me tope con la sorpresa de que uno de mis artistas favoritos, Juan Pablo Castel, estaba allí presentando su nueva pintura. Creo que esta se llamaba "Maternidad", pero lo que más me llamo la atención fue esa ventanita con una muchacha viendo atravez de ella. El era quien lograba retratar exactamente como yo me sentía y he aquí un ejemplo de lo que me refiero.

Luego de estar un buen rato observando la pintura, vi a mi alrededor que la gente comenzaba a irse, así que yo también me fui. Y así pasaron 3 meses en los cuales conocí a pocas personas. Pero una mañana, mientras esperaba el ascensor en las oficinas donde trabajo, siento como alguien se para atrás mio. Fue un poco extraño ya que me pregunto si estaba en la compañía T, cuando literalmente al entrar al lugar se puede apreciar un enorme cartel con el nombre de la compañía.

Pero bueno, le respondí que estaba en lo cierto. Y cuando lo miro a la cara ¡¡ERA CASTEL!! No lo podía creer, me puse muy nerviosa, no sabia que decirle.

A lo que el me pregunta que si lo había reconocido, porque me había sonrojado, de q no existen casualidades y de la nada mete el tema con la ventanita de la pintura. Demasiadas preguntas a las cuales por mi evidente susto solo respondí con un "¿Que ventanita?", el se disculpo y se fue. Me maldije a mi misma por decir eso, claro que lo conocía y que me había gustado la pintura. Así que corrí hacia el y cuando logró pararlo, le digo que no me esperaba esa pregunta y no supe que responder, pero que esa ventanita la recordaba todos los días.

Me hacia recordar a esos días en Morón, una soledad tan ansiosa y absoluta... Yo no tenía amigos por eso ahora quería hacer esas pequeñas cosas que no había logrado hacer, como tener un amigo, aunque sea uno...

Sali de mis pensamientos y lo vi parado, mirándome sin ninguna expresión en su cara ¿Porque no dice nada? ¿Dije algo mal? ¿Le habré parecido rara? Comencé a sentirme avergonzada, seguramente para el esa pintura no significaba nada y se habra topado conmigo por mera casualidad. Lo mejor que puede hacer es irme antes de que diga algo y no verlo nunca más.

Al día siguiente había llegado tarde a la oficina, y terminé llegando aún más gracias a que Castel volvió a parecer y me arrastró hasta la plaza. Al principio me asuste pero inmediatamente me invadió el enojo ¿Cómo podía parecer de la nada y llevarme a quien sabe donde? Y algo más importante aún ¿Porque volvería conmigo, si yo no lo conozco y el tampoco a mi?

Al final terminó llevándome a la plaza de la vuelta, allí comenzó otro interrogatorio más, como los odiaba... en ese momento quería huir y se lo dije, pero no me lo impidio. Sin embargo hubo algo que hizo que mi enojo se calme. El me necesitaba... ¿Por qué yo? Yo no soy nadie comparado a alguien tan famoso como el. No se que ganaba con verme, le dije que hago mal a todos los que se me acercan pero no le importo. Seguimos hablando sobre la pintura y porque la pinto o que sentía al verla. Cuando ya tuve que irme le pase mi telefono.

El resto del día, seguí pensando en lo que me dijo en la plaza, que me necesitaba... y llegué a pensar de que yo también lo necesitaba, necesitaba un amigo, que pudiera comprenderme. Y el era capaz de entenderme, como yo también puedo llegar a entenderlo. Aunque aveces pareciera que su enojo y posesión son más grandes que su amabilidad e inteligencia.