Pov Jk
Me desconcerté en cuanto me di cuenta que no nos dirigimos hacia la comisaría, si no que continuaba conduciendo por una carretera poco transitada.
-¿A donde vamos, sexy policía?- pregunte guiñando un ojo tratando de sonar sensual. Me dirigió una fría mirada por el espejo retrovisor y volvió a mirar hacia el camino, manteniéndose en silencio.
Suspiré con pesadez, no tenía idea a donde nos dirigíamos ni cuáles eran los planes del rubio y me mantenía esposado en la parte de atrás. Definitivamente esto no es lo que imaginaba para esta noche.
Salí de mis pensamientos cuando sentí que el auto se detuvo, miré a mis alrededores y nos encontrábamos a la orilla de la carretera, donde no había alguna casa a la vista, solo árboles.
-¿Que hacemos aquí?- pregunte de nuevo con la esperanza de recibir una repuesta, esta vez, se volteó hacia mí y me escaneo con su mirada, sintiéndome expuesto y desnudo ante él.
-¿Que crees tú?- está vez su voz sonó diferente, mordió ligeramente su labio inferior, haciéndome babear ante la vista.
En un ágil y rápido movimiento, se pasó a la parte trasera del auto, sentándose a horcajadas sobre mis piernas, dándome la tentación por tocarlo y acariciar con vehemencia su redondo trasero.
Sus pequeñas manos se posicionaron sobre mi rostro, haciendo que lo mirara a los ojos, acortando la distancia entre nuestros rostros, llevándome cada vez más al filo de la cordura por probar sus labios.
-¿Quieres besarme niño?- asentí repetidas veces, jaloneando mis manos en señal de que me soltara.
Me quede inmóvil cuando sus labios tocaron los míos, no tardé en reaccionar y hacer de ese toque de labios un ardiente e intenso beso, haciéndolo jadear y comenzar con un movimiento de caderas restregando su trasero sobre mi ahora notoria ereccion.
No sé en que momento soltó mis manos, pero estas no dudaron en posarse sobre ambas nalgas, masajeando y moldeando mientras mis besos descendían hacia su blanquecino cuello.
-F-Follame- pidió soltando bajos jadeos mientras se deshacía de mi camiseta.
-Tus deseos son ordenes, pequeño- desabroche su pantalón y como me permitió el reducido espacio se lo quite apreciando su desnudez de la cintura para abajo.
Volvió a sentarse a horcajadas sobre mi, con sus pequeñas manos desabrocho mi pantalón y sacó mi miembro. Acerque tres de mi dedos a su boca y comenzó a chuparlos de una manera tan obscena que solo hacía volar a mi imaginación con pensamientos pecaminosos donde su linda boquita era la protagonista.
Cuando mis dedos estuvieron lo suficientemente húmedos, volví a besarlo y dirigí el primer dedo hacia su entrada, el cual entraba y salía rápidamente. Saque mis dedos de su interior cuando considere que ya estaba listo para recibirme, alinee mi miembro en su entrada y comenzó a bajar lentamente sobre él, sintiendo como me apretaba.
No tardo en comenzar a dar pequeños saltos, apoyando mis manos sobre mis hombros para impulsarse a que sus saltos fueran más rápidos, coloque mis manos sobre sus caderas ayudándolo a que las penetraciones sean más certeras, llegando a tocar su próstata repetidas veces hasta hacer que se deshiciera en gemidos.
Sus dulces gemidos opacaban el silencio de la noche convirtiéndose en mi melodía favorita, sus besos me embriagaban hasta hacerme perder la conciencia.
-¿L-Le gusta así, Oficial Park?- asintió haciendo que sus movimientos fueran mucho más rápidos, apretando más mi miembro, haciendo que sintiera el mayor grado de placer que nunca había sentido, haciéndome sentir que tocaba el cielo, o tal vez el infierno.
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Mr. Police- Mini Au Kookmin
FanfictionMr. Police- Mini Au Kookmin Cada 31 de octubre se organizaba una fiesta, volviéndose una tradición para el grupo de amigos, y este año no sería la excepción. El único requisito era llevar un buen disfraz, sin este, no se le permitiría entrada. To...