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¿Que si fui feliz? Tuve la fortuna de ganar múltiples medallas en el deporte que más amo, y por si fuera poco, mis amistades sinceras las encontré en las competencias que participaba. Recuerdo perfecto la anécdota que más me ha llenado el corazón. Era la San Silvestre Salmantina 1986, conocí a un chico que me contó los sacrificios que había hecho para llegar al evento. Su historia se resumía en que renunció a todo para llegar a dicha instancia, que justo cuando estaba por llegar como primero a la meta, no dudé en cederle mi lugar para que él tuviera ese puesto. Ver a sus padres, apoyarlo con lágrimas en los ojos entre la multitud y recodar lo que mencionó me conmovió. Ahora, desde esta silla de ruedas, me doy cuenta de lo que era la verdadera riqueza, sentir la libertad de correr como un ave en el vuelo.

El Valor del Hoy (Microrrelato)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora