¿Por qué ese pañuelo significaba tanto para él sí solo era un pedazo de tela con una A bordada?, el pequeño niño de seis años solo se la pasaba buscando una forma de poder deshacerse de ese pañuelo, pero por más que buscaba como dárselo a Anya Forger se ponía nervioso ya que la última vez que le dio los macarrones su corazón latió demasiado.
Maldita sea—apretó sus pequeños puños
Pero ese día que estaba a punto de darle el pañuelo en la salida un examen sorpresa se les presento y por supuesto él no había estudiado por estar distraído con el pañuelo, estaba algo nervioso, pero cuando vio las preguntas noto que era fácil, entonces pensó que el pañuelo le trajo suerte.
El chico estaba sorprendido ya que gracias a que saco una buena nota obtuvo otra Stella, entonces le atribuyo todo a ese pañuelo blanco con la A bordada, pero quería seguir probando su suerte antes de poder decir que tenía un amuleto de la suerte, así que ese día fue a la cafetería porque otra vez había macarrones especiales y para su sorpresa consiguió los últimos.
Entonces cuando vio a la pelirosada triste porque no consiguió esos dulces ricos, el pequeño niño se acercó y le dio 3 como pago por su nuevo amuleto, Anya no entendía lo que sucedía, pero le agradeció y luego se fue a comer macarrones con Becky.
Los años pasaron y ese pañuelo lo acompañaba como una reliquia de buena suerte, estaba muy feliz de que ahora que era imperial escolar, tenía una posible beca en el extranjero, su familia ya le hacía caso y todo parecía que se alineaba para que pudiera demostrarles que él era más que el segundo hijo de los Desmond, no obstante, en lo que no tenía suerte era en conquistar a la hermosa chica de cabello rosado quien a veces lo miraba con angustia al notarlo tan egocentrista.
Pero a pesar de que ahora tenían 16 años, las chicas volaban como abejas hacia el joven, no obstante, aunque su reputación crecía, nunca le hizo caso a ninguna ya que en su mente solo podía contemplar a Anya Forger, pero lo que le causaba dolor es que ahora ella lo miraba con angustia.
¿sucede algo? —un día la sorprendió en el salón de clases limpiando el pizarrón
Pensé que estarías con tu sequito de admiradoras—siguió limpiando
¿estas celosa?—se acercó con algo de burla
No—se giró para verlo, pero su rostro mostraba angustia
¿Qué es lo que tienes Forger? —puso su mano en su cabeza—te he notado rara desde que
¿Tu padre saldrá de la cárcel pronto? —lo observo
No creo—sonrió algo triste—creo que encontraron más cosas malas sobre él, pero no hace falta, mi madre y Demetrius han hecho un trabajo increíble con nuestra reputación
Eso me alegra—puso la mano en su hombro provocando un sonrojo en el joven
Oye Anya—intento carraspear la garganta—yo quería decirte que
si te dijera que mi padre investigo a tu padre y que yo leo los pensamientos de las personas, ¿me seguirías queriendo como lo dices? —su mirada volvía a ser algo angustiada
¿Qué? —se sorprendió ante la confesión
Lo sabía—sonrió con algo de tristeza—yo lo siento mucho, nunca fue mi intensión, pero estaba sola y necesitaba una familia, lo siento si te lastime
El joven sintió que algo en su interior se quebraba, pero no era su corazón sino como una especie de nube donde mantenía la esperanza de que su padre fuera inocente.
Creo que me iré, discúlpame de nuevo—se fue alejando de él
Espera—la acorralo en la pared y cerró la puerta
