La alfombra de mi habitación se siente extraña, o más bien, yo mesiento extraña. Como si todo pasase en cámara lenta a mi alrededor mientras pienso en experiencias de un cercano pasados las cuales pensé que que contaría con alegría o nostaññgia cuando volviera a mi país.
Me muevo con una profunda pesadez en el pecho para colocarme del lado derecho de mi cuerpo, traté de no moverme demasiado por los dibujos regados donde aparece la persona que más he querdio hasta este momento de mi vida, viendo esa gran sorisa mientras estoy a su lado en cada uno de ellos. Tomo uno, que puedo decir ahora es mi favorito aunque la tecnica no sea mi preferida, puedo ver en realismo todos sus rasgos japonese, sus hoyuelos, las cejas pobladas, pestañas cortas mejillas sonrosadas y unos hermosos ojos marrones. Recuerdo sus habitos tontos al querer molestarme cada vez que me veía aburrida en la sala de la fraternidad de la universidad, sus cálidos abrazos, las salidas en grupos que hacíamos con Zabini... y su risa, tan cómica que podía contagiarmela así lo que haya pasado no fuera tan gracioso.
Sin darme cuenta mi vista se nuebla por las lágrimas que comienzan a manifestarse, trato con una mueca evitar que salgan pero es en vano. Su partida sigue fresca en mi mente así haya ocurrido hace tres meses, aún no logro diregir su suicidió... y tampoco perdornarme que era mi novio y no logré ayudarle para que no llegara a esos extremos.
Lo amaba demasiado.
Dejo el deibujo de nuevo donde estaba y me siento. Las lágrimas siguen cayendo, pero no me siento presente en este tiempo, estoy atrapada en un bucle del cual no entiendo cómo puedo salir. Levantarme, universidad, estudiar, no como lo regular, duermo poco y todo vuelve a repertirse... pero los fines de semana donde estoy libre, se vuelven agotantes al mi mente irse justo a nuestros recuerdos juntos.
Mi mente logra apartarse de ese vació por unos segundos cuando escucho como tocan la puerta de forma brusca mientras una voz femenina se hace presente.
—¡Tienes que dejar de encerrarte! ¡Vas a morirte al igual que ese chico!
Es doloroso que mi ex-amiga esté hablando así de él. Vivimos juntos todos en esta fratenirdad, compartimos, fueron compañeros y aún llega hablar de un tema delicado tan facilmente. Sé que nosotras no teniamos la mejor relacion despues de malentendidos que tuvimos en el bachillerato, pero por Dios, no tiene ni un poco de empatía.
—¿No quieres que le lance a Chloe para ver si aprende a comportarse?
La voz de Zabini me hace voltear a la puerta mientras cierra la misma. Sonrío al recordar lo bien que me llevo con su hermana, Chloe. Se acerca hasta mi para recoger todas las hojas que estan en el piso para llevarñas a mi escritorio, vuelve para levantarme con delicadeza y sentarme en mi cama mientras él se agacha en frente de mi con las manos apoyadas en mis muslos.
—Sé que te has sentido de la verga, y que para ninguno de los dos ha sido fácil llevar la perdida de Daniel... No tenemos la culpa de la decision que tomó. Solo queda tratar de comprender y recordarlo con amor.
Me rompo en un llanto silencioso causando que a él le pase también. Prosigue con voz quebradiza pero con una gran determinación.
—Confío en que podremos volver a estar en paz y continuar con nuestras vidas... pero —inhala— no puedo dejarte en un lugar donde las cosas se van a empeorar cada día.
Tiene razó, tengo experiencias en donde mi salud mental no ha sido la mejor y continuar en un ambiente donde te autodestruyes no es lo más sano para uno mismo.
—No tengo lo suficiente para mudarme a una recidencia privada... yo...
—Vendrás a vivir conmigo en mi apartamento.
Quedo estática, pero no me sorprende, nos la pasabamos juntos ahí los tres.
—Pero nos mudaremos en un tiempo, tampoco me hace muy bien estar ahí como lo es para tí estar aquí.
—No quiero sobreponerme ante tu dolor y volverme una responsabilidad para tí.
—No lo serás —sonríe—, lo haremos juntos en un nuevo comienzo. Apoyándonos mutuamente.
Es mi mejor amigo desde hace tres años, pero me ha demostrado más que todos lo que he tenido a lo largo de mi vida. Sin imaginarmelo encontré un hermano para toda la vida. Asiento aceptando su propuesta, sendereza para abrazarme y apoyar su cabeza en mi pecho, yo correspondo su abrazo apoyando la mia en sus hombros y rodeandolos por completo.
Llega el día donde me voy al apartamento de Zabi por un corto tiempo ya que nos mudaremos a otro la semana que viene. Sus padres tienen bastante poder adquisitivo, y realmente nos ayudaron a llevar esto de la mejor manera. Me encuentro hablando con la dueña de esta casa de la fraternidad, quedandose a cargo de entregar el informe y los papeles que hicimos juntas para la universidad, que justifican mi despedida de la residencia.
Ella siempre fue amable y atenta con todos sus estudiantes, quedó totalmente sorprendida por la perdida repentina de uno de nosotros. Nos despedimos de ellas ya cuando todo está en orden en el auto, también de algunos compañeros con las que me llevaba muy bien, deseandonos lo mejor a nosotros dos.
Vamos en la carretera rumbo al departamento donde solo se escucha el aire acondicionado del auto. Sonrío al notar mi humor negro, la única forma que encuentro de llevar ocn un poco de positividad la situación.
—Seremos unas bestias después de que todo esto pase.
Él ríe ante mis ocurriencias, agregando su parte también.
—Las bestias más poderosas de todo Seattle.
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Algo nuevo, ¿no? siento yo un poco más real y sincero desde el principio de lo que ocurrió.
Trataré de ser lo más coherente esta vez, en serio jiji
Fin del comunicado.
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Eres Arte
RomanceLa perdida del primer amor es realmente dolorosa, algunos experimentando esa ruptura donde se vuelven dos deconocidos cuando pasaron tantos momentos juntos. Muy bien, esto ocurre con Grecia, pero debo decir una situación más dificil de superar ya qu...