Podía preguntarse cómo llegó a esa situación, el porqué de las cosas, cómo acabo gritándole al rubio e incluso diciéndole que era un pesado, pero la respuesta llegaba en recuerdos difusos que caían como agua fría.
—Hey, hitoshi, ¿Quién es este rubio? — Decia poniéndole el celular del mencionado en su rostro, parecía que tenía un puchero.
—Monoma, un compañero, ¿Qué tiene? —Apartaba aquel móvil, le resultaba molesta esa cantidad de luz.
—Los veo muy cercanos, no me agrada. —Dijo endulzando su voz, mirando atentamente a Hitoshi.
La pequeña charla habría quedado hasta ahí de no ser porque Kaminari esperaba impaciente una respuesta, pero Hitoshi no parecía animado a cederle alguna, optó por preguntar;
—¿Es importante? —Jugaba con sus dedos, entrelazandolos entre sí.
—Podría decir que no... No hablamos constantemente. —No le tomaba demasiada atención.
—Okay, entonces haré esto. —Bloquearía al otro rubio y luego eliminaría ese desagradable contacto de su compañero.
Hitoshi lo observó, primero estaba analizando ligeramente, pensaba que podría ser una broma, luego volvería a agregarlo.
—Que gracioso, Denki. —Reía sarcásticamente tratando de alcanzar su teléfono.
—Es en serio, de ahora en más tendrás contactos que solo yo apruebe. —No se reía, ni se inmutaba.
—¿Y quién te crees?, es mi celular, dámelo. — Ya estaba perdiendo poco a poco la compostura ante ese rubio.
Nuevamente trataría de alcanzar su celular, ahora con más fuerza, pero cuando casi lo alcanzaba, el rubio en medio de pánico decidió lanzarlo con todas sus fuerzas al piso, destrozando el aparato.
—¡¿Qué demonios te pasa Kaminari?! — Lo empujaría y rápidamente iría a examinar el estado de su celular — ¿Estás loco de la cabeza o estas enfermo? —Se enfurecia, puesto que no veía arreglo alguno.
—No veo nada de malo, sólo me necesitas a mí. —Parecía no caer en cuenta de la situación, ni siquiera pensaba que era incorrecto.
—Vete a la mierda, Kaminari, Sal de mi casa.
—¿Qué?, Hi-Hitoshi, es broma, ¿Verdad? —Decía tartamudeando por los nervios y leve miedo que le entró.
—Es en serio, cruzaste la maldita raya, vete antes de que piense en hacer algo peor.
-Per-
—¡Qué te vayas, imbécil! —Abría la puerta de par en par y empujaba sin cuidado al rubio hacia afuera.
—Hitoshi, no puede echarme, sólo era una broma, vamos. —Estaba diciendo cosas hilarantes ya, buscaba alguna excusa.
—No me importa.
Finalmente, dio un portazo, aseguró la puerta y cerró todas las cortinas, se enfurecia más que nada porque ese era un celular que le había costado mucho por su propia cuenta, se lo había contado un par de veces, le parecía ilógico que por unos celitos el rubio sea capaz de hacer eso. Respiraba profundamente tratando de calmarse, luego vio el destrozo y simplemente se resignó, mañana vería qué hacer.
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"No me beses" > Shinkami.
RomanceQuirk de control, se sabe bien lo que puede llegar a causar, entonces, ¿Qué pasa cuando se tiene la necesidad de dañar a alguien que alguna vez amaste?, ¿Deberías alejarte antes de que termine peor?, Hitoshi está en aquella encrucijada.