welcome to kittyplus

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Matías no estaba seguro de lo que se encontraba haciendo, ni siquiera sabía por qué hacía lo que hacía. Pero no dudó a la hora de cerrar la puerta de su cuarto con llave.

Quizás el haber vivido dieciocho años obedeciendo, palabra por palabra, a sus padres, absteniéndose de cosas sencillas como salir de fiesta, salir a tomar un helado con una chica, juntarse con alguien a solas día o noche, entre otras, habían dejado sus represalias.

Por todas esas cosas, estaba cerrando su noche de viernes descargando la famosa, y juzgada, aplicación "Kittyplus".

La plataforma era estéticamente linda, estaba cubierta de un rosado pastel, con letras grandes y un icono de un beso rojizo. Matías había oído sobre ella en clases, cuando escuchó a uno de sus compañeros comentar sobre la cita que tuvo con una mujer mayor, por videollamada, en la plataforma.

Matías sabía que lo que contaba Enzo escondía algo, no tan inocente, que el desconocía en la práctica, a pesar de haber visto alguna que otra revista. Estaba cansado de sentirse inexperimentado, quería descubrir qué era aquello a lo que sus compañeros se referían con tanto entusiasmo.

Esperaba, con ánimos, encontrarse a una chica muy linda esa noche. Con la que pueda conversar, contarle su día, mostrarle los guantes negros que se había comprado hoy y lo traían enamorado. Tal vez, en una de esas, lograba concretar una cita real, no por llamada, donde pueda estar cara a cara con la susodicha. 

Miles de hipótesis sobre como iba a acabar su noche pasaron por su cabeza, todas lejos de lo que en realidad ocurrió.

Matías abrió la aplicación, colocando cada uno de los datos que le solicitaba la página para registrarlo. Una sensación de electricidad lo recorría, sabía que lo que estaba haciendo no era correcto para la mirada de Nestor, su padre. Sin embargo, poco le importó cuando la pantalla de su celular se iluminó, grabandolo y comenzando una llamada al azar.

WELCOME TO KITTYPLUS.
NAME: CanduSan.

Lo primero que vio Matías cuando la cámara de la otra persona se prendió, fue un par de tetas. Se quedó tieso, sin moverse, medio espantado y horrorizado. 

Rápidamente giró su cabeza, alejando la mirada de la pantalla de su celular. Escuchó cómo la chica le hablaba, preguntándole si le gustaba la vista.

Tomó aire y decidió no ser un cagón, nadie iba a venir a retarlo a estas horas por hacer cosas moralmente no correctas, en la soledad de su habitación.

Fijó la vista en la pantalla de su celular, nuevamente, observando a la rubia con ligeras raíces negras que lo miraba con una sonrisa radiante.

Matías se obligó a devolverle la sonrisa, algo decaído. La chica era hermosa. Tenía unas facciones increíbles, pómulos marcados, una nariz puntiaguda, una sonrisa radiante y unas tetas enormes.

Sin embargo, a Matías no le generó nada. Nada de nada, angustiandolo completamente.

¿No era normal? ¿Sus padres lo habían asfixiado tanto que ahora era incapaz de sentir atracción? ¿Se iba a morir virgen?

Preguntas, preguntas y más preguntas.

Matías escuchaba, sin prestar mucha atención, como la chica soltaba palabra tras palabra, revelando partes de su cuerpo.

Optó por dejar de pasarla mal y cortó la llamada, apagando la pantalla del celular.

Se sentó en la cama, decepcionado consigo mismo por haber reaccionado de aquella forma. Algo estaba, claramente, muy mal en él.

kittyplus; soulizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora