La alexitimia designa la incapacidad de hacer o corresponder las acciones con las emociones, así como también otras características sintomáticas que se asocian a ella, definidas por la clínica médica. Es ésta una entidad nosográfica que describe rasgos de personalidad a partir del tratamiento de enfermedades psicosomáticas, así como de adicciones y depresión, sin dejar fuera los trastornos de las conductas alimentarias de una población más amplia, lo que le da una dimensión trascendente para el ámbito psicológico en su perspectiva preventiva.
Las manifestaciones alexitímicas nucleares son cuatro, según explica Pedinielli (1970) en una de las primeras obras aparecidas en francés sobre la cuestión:
La incapacidad para expresar verdaderamente las emociones o los sentimientos.
La limitación de la vida imaginaria.
La tendencia a recurrir a la acción para evitar y solucionar los conflictos.
La descripción detallada de los hechos, de los síntomas físicos, actividad del pensamiento orientada hacia preocupaciones concretas.
La alexitimia tiene como factor central un problema de la función simbólica, es decir, la incapacidad para expresar la dimensión inconsciente en palabras, en sueños y fantasías. Por estas características, es solamente a través de la somatización como el sujeto (d)enuncia y puede dejar aparecer su estado emocional.
El término alexitimia es un acrónimo formado a partir de las raíces de las palabras griegas α- (a-): 'a' restrictiva, es decir, "no"; λέξις (lexis): "habla/palabra" y θυμός (zümós): "emoción/mente". El sustantivo λέξις a su vez proviene del verbo λέγω, que significa "leer". La alexitimia tiene el sentido, pues, de "incapacidad para leer o expresar los sentimientos".[1]
Se trata de un trastorno mental muy extendido entre la población: afecta a una de cada siete personas. En particular, la alexitimia se manifiesta en el 85 % de los afectados por trastornos del espectro autista.[2][3]
Aunque se trata de un padecimiento descrito generalmente en la literatura especializada como de carácter psicológico, los neurólogos han observado en los pacientes alexitímicos, anomalías en una zona cerebral cuya función sería la de vincular el crisol de las emociones con la zona que toma conocimiento de estas emociones, las analiza y las formula. Los que padecen el daño, en lugar de mostrar una actividad cerebral adaptada a la intensidad emotiva de la situación, como es el caso normal, manifiestan una actividad o demasiado débil o demasiado intensa, que perturba la apreciación justa de la experiencia emocional