PRÓLOGO

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⁠❛⁠ People turn on youjust like the wind

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⁠❛⁠ People turn on you
just like the wind . . .

  

     

⁰⁰¹ ‘ ANY WAY THE
WIND BLOWS: PRÓLOGO

  
  
  

     Junto al viento, él fluía arrastrando sus pecados, sin un escondite, pero siempre con la acusadora luz de luna excavando bajo su alma.

     Aquel joven no era un desconocido para la noche, mucho menos para las penas, pues ambos parecían estar ligados a su existencia, apareciendo como espectadores en cada sitio en que él resultaba fugitivo.

     Mientras el frío de enero llenaba con su escarcha esa férrea carcasa de piel, un escape intentaba alcanzar sin conseguir el éxito. A medida en que el viento corría tras él, mayores se volvían sus pesares. Keisuke no huía por cobardía, sino por el dolor y la culpa que inundaron su mente hasta no soportarlo; el alboroto que él mismo provocó lo estaba trayendo a la muerte, aún cuando su corazón se encontraba latiendo.

     Cuanto más se alejaba de la ciudad su pensamiento se tornaba más tenebroso, atacando con el sospecho de una vida acostumbrada a la calma, pues, hasta ese momento de su corta existencia, él aún no conseguía una noche en la que sus lágrimas no lo hicieran desbordar bajo el silencio. Fueron sus errores lo que lo arrastraron hasta el remordimiento y ahora sólo buscaba perdón por cada uno de ellos; por una muerte que él no ocasionó, por heridas que sus imprudentes puños provocaron, por el llanto de su madre, por libertad que él no pudo pelear… Cargar con todas esas situaciones no era la solución, pero estar solo con el pesar evitaba que los demás se internaran en su oscuridad.

     Los agresivos murmullos de su hogar lo empujaron a gritar, siendo así que en llanto y discusiones esa noche terminó en cuanto él salió de casa y tomó su motocicleta sin un rumbo específico, adentrándose en la penumbra de las calles. Con la ausencia de un techo bajo el cual refugiarse del viento él temblaba, vagando por la soledad que Tokio ahora le ofrecía.

     Resulta difícil comprender cómo un nombre como el suyo resuena entre multitudes y aún así él no encuentra consuelo en alguna de esas voces; quizás esa fue la manera en que él comprendió que la compañía no siempre mitiga la soledad. Las diminutas luces de la lejanía lo hacían cuestionarse irremediablemente si él en verdad pertenecía a algún sitio pues, en el momento en que la muerte pasó frente a sus ojos, Keisuke lo perdió todo.

     Al centrarse en el sitio más solitario de la ciudad su mente se paralizó, haciéndolo frenar antes de caer en lo que se convertiría en desgracia. Sus tormentos aún no cesaban, de hecho, la falta de distracción en el camino provocaba que estos dolieran más. La neblina frente a sus ojos se dispersó y en medio del sufrimiento trajo a su pensar la silueta más solitaria que sus ojos jamás hayan visto: una presencia que resplandece bajo el diario ocaso sin importar cuán ausente llegue o se vaya.

     Tras aquella cavilación, su soledad misma se sintió comprendida, pero aún debía averiguar si sus motivos también lo eran.

     Dondequiera que este joven vaya, el destino estará muy cerca. A donde sea que el viento sople, su alma siempre será arrastrada. Durante esa fría noche de enero su cuerpo sólo quería un viaje, pero su mente necesitaba una visita.

    
   

  

  

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lonely heart タ baji keisukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora