Cuando Vinsmoke Sanji nace, se convierte rápidamente en una decepción para su padre. Los gyojin se caracterizan por su fuerza, sin embargo, Sanji es la excepción debido a su constitución pequeña y delgada. Carece de la fortaleza y la destreza que se...
Advertencias: SpoilersdeWano. Esclavismo. Abuso infantil. Maltrato. Capítulos largos. Three shot. Uso de lenguaje vulgar (sin llegar al extremo).
¡Holiwis, piratas de la Peor Generación! jsjs. Quiero presentarles una nueva historia LuSan en la que he estado trabajando incansablemente. Después de muchas noches de inspiración y desvelo, aquí lo tienen.
Dedicado a Stephanietkm19, quien me proporcionó la idea inicial que hizo que mi mente se llene de inspiración al minuto para este fanfic. Sin embargo, enfrentar el desafío de ponerlo por escrito fue complicado, ya que me daba flojera. Ahora, finalmente, lo comparto públicamente. (❁˶◕‿◕˶)♥♥♥
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Los gyojin han soportado una dolorosa y triste historia de marginación a lo largo de los años, a manos de los humanos. El Gobierno Mundial, con plena "conciencia" de la gravedad de esta situación y con el temor de que la tensión creciera hasta desencadenar un conflicto catastrófico, tomó "acciones" con el objetivo de zanjar la profunda brecha que se cernía. Determinaron fraguar una alianza con la Isla Gyojin con el propósito de impedir que la discordia entre ambas razas alcanzara niveles inaceptables. A pesar de estos incansables esfuerzos, el lóbrego espectro del prejuicio aún ensombrecía la existencia de estas criaturas.
Los Nobles Mundiales, también llamados Dragones Celestiales o Tenryuubitos, en absoluto uso de libertinaje, sometían a la esclavitud a los gyojin, manipulándolos como meros juguetes, empleándolos como muebles vivientes, y los sometían a un trato más degradante que el que se dispensaría a los animales. Incluso, en numerosas ocasiones, llegaban a cometer abusos sexuales contra ellos.
El pequeño se hallaba completamente atrapado por el pánico, presa del temor que le oprimía el corazón, había sido cruelmente confinado en el estrecho y oscuro abrazo de un barril, negándose a creer que su padre fuera capaz de aquello.
Sus manos temblaban con intensidad, y su cuerpo se sacudía sin control, llegando incluso a hacer que sus colmillos rechinaran de forma espeluznante debido al miedo abrumador que lo asediaba. La oscuridad que lo rodeaba le pareció el castigo más cruel. Con el terror corriendo por sus venas, escuchó una voz que le resultó familiar, una voz que negociaba su venta, esperando ansiosamente deshacerse de él con éxito.
—¡Papá! —Exclamó, entre sollozos, luchando por convencerse de que todo aquello era sólo una de las pesadillas que solía tener. En su mente, su padre no permitiría que nada malo le sucediera. Su padre lo amaba. Su padre sentía un inmenso orgullo por él. Su padre era una persona buena y compasiva. Siendo un niño, pequeño e inocente, se aferró a estas palabras, a pesar de su falsedad, en un intento de encontrar un poco de consuelo—. Por favor, papá, prometo comportarme bien... por favor, sácame de aquí. Mi cuerpo me duele... este lugar es demasiado angosto... tengo miedo...
No importó cuántas veces suplicara, no pareció prestarle atención. En lugar de una respuesta compasiva, lo que experimentó fue un brusco golpe en el barril que lo aprisionaba, lo que sólo logró hacer que derramara más lágrimas y emitiera hipidos.
