O1;; 69

546 42 3
                                    

Esa tarde del lunes, Jimin corrió por aproximadamente doce minutos hacia el departamento de Yoongi, puesto que apenas tenía unas pocas monedas que no alcanzaban para pagar un taxi.

Al llegar a la puerta, se tomó unos segundos para recuperar el aliento. Sin embargo, no pudo respirar con tranquilidad porque la puerta se abrió tan rápido que no le dio tiempo para reaccionar cuando su espalda ya estaba pegada contra la pared y otro cuerpo lo acorraló para que no escapara.

— Jimin.

El beta se sintió derretir por un momento al escuchar la voz de su novio un poco más grave de lo normal, sin mencionar que el excesivo calor corporal de este no ayudaba a su ser nervioso.

Yoongi escondió su rostro en el cuello del otro para olerlo tratando de buscar aroma en él, ocasionando que temblara al sentir su respiración caliente ahí.

— Y-Yoon, no hagas eso, no produzco olor — habló como pudo, queriendo que eso parara a Min porque aquello hacía que sus nervios solo aumentaran.

— Para mí sí — haciendo caso omiso a sus palbras, siguió con su acción — Hueles tan bien, cariño.

— ¿No se supone que tu celo era en tres días? ¿S-Se adelantó? 

— Claramente.

Yoongi ni siquiera sabía por qué había pasado, de la nada su aroma se incrementó al igual que la fiebre aunque ya había tomado dos supresores y el maestro de su clase lo mandó a casa. Durante el camino varios omegas se le acercaron afreciéndole su ayuda, pero el solo quería que una persona en específico lo ayudase.

Ahora mismo el departamento estaba completamente inundado con olor a chocolate, esto con el fin de seducir a su pareja, sin embargo, recordó que este no podía percibir su invitación debido a su jerarquía, pero cabía la posibilidada de que pudiera olerlo aunque fuera un poco por la intensidad del aroma.

Quizá.

El jadeó que soltó Jimin cuando lamió su cuello lo trajo de vuelta a la realidad, reprimiendo su instinto para alejarse y verle con sus ojos negros con toques azules, estando al mando tanto su lobo como él.

— Minnie, m-me dijsite que tenías miedo de que mi lobo te rechazase y que querías pensarlo un poco más — repiró pesado — Por más- Casi te he rogado por pasar esta temporada conmigo, pero nesecito que estés de acuerdo con ello y no lo sientas como una obligación.

El corazón del beta latió con rapidez.

— Estoy... Estamos dispuestos a aceptar lo que elijas — el lobo de Yoongi habló con él, controlando su tono de mando y sonrojando a Jimin — Pero por favor, dime ahora qué quieres hacer, porque no creo ser capaz de mantener la cordura cuando el celo me cege entero.

Jimin pensó unos segundos que parecieron una eternidad para el otro. Aunque estaba sufriendo fuertes síntomas de su celo, Yoongi aún seguía preocupandose primero por él.

Había oído de casos en donde incluso los alfas obligaban a sus parejas a saciar su malestra, pero su novio luchaba con su instinto para no incomodarlo ni hacerle daño.

Definitivamente ya había decidido.

Vio a Yoongi bajar la cabeza haciendo su máximo esfuerzo por no dejar salir los gruñidos contenidos en su garganta y se sorprendió cuando captó un olor a chocolate, seguramente de su novio, bastante débil y acasi imperceptible para él, por lo que se imaginó que debía estar tan intenso como para que logarara apenas olerlo.

Se acercó al paso que alfa se alejó, llevando su mano hacia su mejilla, inmediatamente ganándose la mirada de este y sonrío.

— Yoongi, pasaré tu celo contigo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 06, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

seven positions ¡! yoonmin ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora