Cuando Wei Ying llego a su alcoba vio todas las velas apagadas, las colchonetas, almohadas y cobijas extras colocadas en el piso,sobre ellas estaba su esposo completamente dormido, en una mesa de centro estaban el vino, las semillas y los acietes ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando Wei Ying llego a su alcoba vio todas las velas apagadas, las colchonetas, almohadas y cobijas extras colocadas en el piso,sobre ellas estaba su esposo completamente dormido, en una mesa de centro estaban el vino, las semillas y los acietes guardados como si no fueran a ser ocupados.

Ahora entendía a lo que estaba jugando este pequeño bribón, era tan lindo al pensar que no consumarian su matrimonio, pobrecito quizás pensaba que su unión solo sería de palabra y con la intención de la unificación de los clanes en fin eso obviamente para el no era aceptable.

Decidió quitarse un poco de sudor y olor a esas mujeres que le ayudaron a bajar un poco su lívido, tomo un largo baño de escencias, seco su cuerpo, como dios lo trajo al mundo se acerco a la mesa del vino, se sirvió una porción lo tomó con calma e inició su invocación.

En posición de loto, sus manos en yin, su energía espiritual en el máximo nivel, comenzó a llamar a la diosa de la fertilidad, sacrifico ho gran diosa la vida de mil orejas, 100 vacas y 50 alcones por la llegada en el vientre de mi esposo Jiang Cheng de un bebé varón para que nuestra sangre no se extinga.

Un fuerte estallido de luz salió de la habitación de los recién casados esa noche hubo muerte de varios animales de corral y de los mensajeros más hábiles en la jaula de los alcones, algunos miembros del clan vieron con horror como las orejas corrían sin cabeza por todo el territorio derramando su sangre en círculos para luego desaparecer en una matriz dorada.

La diosa Yue satisfecha con la ofrenda se presentó ante su súbdito más fiel, te concedo tu petición, solo por una ves en los cuerpos de este matrimonio, si tú sangre se materializa en otro cuerpo que no sea tu esposo el producto de esta unión morirá al instante, creo que ya diste suficiente placer a otros seres que no son nada tuyo, recuerda no hay nada que yo no vea en este mundo, ni nada de lo que el destino no cumpla, fertilidad para El matrimonio Wei Jiang.

Después de hacer su conjuro se arrodilló ante su esposo que dormía en el piso, lo tomo en sus brazos al parecer tenía el sueño bastante pesado que no sintió ni cuando lo deposito en la cama y menos cunado lo empezó a desvestir, solo abrió sus ojos cuando la poderosa Chenquing estaba entrando en su interior...

Un fuerte alarido digno de un hombre lobo herido se ollo en la habitación de los recién casados , el pobre Jiang Cheng entendió por qué su futuro esposo era tan popular, su cuerpo era caliente, muy caliente tanto que el solo pudo morder la almohada sujetar con fuera sus manos en la colchoneta y rogar por que el dolor pasara de una puta ves.

Efectivamente a la tercera ronda de sexo el dolor ya no era un problema, ahora solo pasaba del mi al re 8 más alto que Dimash en s.o.s, su melodía fue sublime, deliciosa y llena de espasmos de placer, que bueno que su cuerpo era nuevo en ese baile de placer de lo contrario habría podido llenar la alcoba de obscenidades como escuchaba en algunas de las habitaciones de los matrimonios en su clan.

Jiang Cheng murió de placer esa noche, su esposo lo tomó con pasión, con ternura, con rudeza, con todo lo que un hombre ofrece a su pareja, el pobre chico solo de dejó hacer el no sabía ni como responder a tanto estímulo.

Lloro en los brazos de su espos, mordio sus hombros hasta hacerlos sangrar, rasguño su espalda como quien raya queso para las quesadillas, grito su nombre como una plegaria al cielo y se desplomó sobre el cuerpo de su hombre después de su último órgasmo para quedar complemente dormido.

Oculto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora