Él era afamado por sus tantas conquistas, obtuvo una, tras otra, tras otra, tras otra, a causa de sólo conseguir una cosa en ellas: placer propio. Ese hombre del cual tanto se ha mencionado, descrito y pasado de boca en boca, era para mí uno de los más fascinantes que jamás haya conocido, o tal vez, el más fascinante. Muchas personas no entendían el porqué de mi creencia, incluso mi madre me decía, que a pesar de que ella sabía que ese chico era un encanto, no tenía buenas intenciones. Por otra parte, al ir avanzando los días mis intentos para atraer su atención eran más y más fallidos. No obstante, cuando él atendía mis discretos llamados, eran en otro sentido, el cual no quería o necesitaba. Aunque eso no descartaba el hecho de dejar de llamar mi atención, al contrario, quería seguir intentando e insistiendo hasta conseguir un resultado.
Mientras pasaban los días, investigaba de alguna u otra manera datos sobre él, ya sea espiando, preguntando "casualmente" o simplemente observándolo; esto me abrió paso a adquirir conocimientos de cosas nuevas, neutras o tontas para mí, todo con tal de conseguir una pequeña plática con él, sea casual o planificada en mi cabeza, sea insignificante o interesante.
Indagué sobre sus gustos artísticos, le llamaba la atención un sin fin de cosas, pero en principal las esculturas de relieve, así que tomé eso a mi favor. Mientras iba comiendo y almacenando tanto libros como observaciones, cuando estaba cerca de él y tenía la oportunidad de conversarlo, sacaba esos temas en el momento oportuno. Por ello el hombre se sintió sorprendido e intrigado, y quedamos en platicarlo otro día, tal vez...
Sus gustos musicales no fueron un problema exactamente, ya que poseía atracción a un género que yo disfrutaba. Lo que es el blues junto a muchos géneros más eran mi día a día. Escuché sus bandas favoritas, mas no las disfruté todas. Ser abierta a todo tipo de música lo exaltó, pero en buen sentido, así que charlamos sobre sus gustos mientras que le recomendaba otros.
Libros, le llamaban la atención un par de obras, las cuales leí cada una de ellas, pero no fue desagradable, ya que me encantaba la lectura, al sacar eso temas a la luz ideaba posibles soluciones imaginarias dentro de esas historias literarias a su lado, que lo hacían considerar, reír, ¿encantar?
A pesar de todo ello, mi relación sólo había mejorado un poco. Era bastante emotivo y carismático conversando conmigo.
Otra cosas que me fascinaba de él en cuanto a su personalidad además de lo anterior nombrado, era su forma de tratar a las mujeres; sumamente atento, cariñoso, seductor, acompañado por una grave y exquisita voz. Sólo el pensar que me podría tratar de aquella manera sin querer llegar a otra intención me enloquecía, encantaba, me erizaba no sólo la piel, sino el alma; ser la privilegiada de recibir exclusivamente ese trato por cariño, afecto, amor...
Ahora, si hablamos de sus aspectos físicos, pienso que podrían imaginar qué aspecto posee como para tener a tantas féminas en la palma de su mano. Definitivamente.
Era de un alto protector, un castaño encantador, con sonrisa de seductor, facciones que parecen hechas por un escultor, realmente tentador.
Ojos miel endulzantes, algo azucarados, bronceado tenue y poco resaltante; así era él.
¿Era...? es.
Muchos se preguntarán qué fue de mi relación junto a él. Digamos que no fue esperada para mí, ni para nadie.
¿Rechazo, amistad, odio, conocidos, algo más?
Tal vez algo mejor... o peor.
Me iba metiendo cada vez de poco a poco en su mente... de la manera que quería.
Platicábamos cada vez más, se ampliaban las risas, el afecto, los "Nos vemos".
Un día luego de realizar una sesión fotográfica, mi profesión y pasión más grande junto con la escritura, iba caminando y me lo encontré casualmente pasando cerca del cuarto oscuro más cercano que encontraba, en donde iba a revelar las fotos, él, atrapándome con la cámara en las manos preguntó si era fotógrafa a lo que afirmé. No le había mencionado acerca de eso, ya que como había tenido mi atención en llamarle la suya desde que le conocí, había descuidado por completo a mis dos pasiones, y ese día me propuse a salir y tomar algunas fotografías.
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Traicioneras.
Short Story"Penetré su mente a mi favor, lo enternecí, lo seduje, lo forcé a que le gustara, lo presioné inconscientemente a que me quisiera a mí, no a alguien más." "No supe qué estuve haciendo, ahora sé que mis anhelos egoístas fueron tantos que no pensé en...