Voulez-Vous

Prólogo

Era el final, no había salvación.

Se podía escuchar los gritos de las personas en el avión mientras este caía en picada y el oxígeno era cada vez menor, algunos ya se habían desmayado hace tiempo.

El vuelo había estado tranquilo la primera hora y media. Sin embargo, el copiloto salió un momento dejando que el piloto se encargará.

El peor error que pudo hacer.

El piloto cerró la cabina y empezó a descender en picada mientras que las máscaras de aire cayeron frente a los pasajeros.

"Eso es todo" pensó con resignación. "No había sido una mala vida, sin embargo le hubiera gustado terminar la serie que estaba empezando a ver" con ese último pensamiento cayó desmayado por la falta de oxígeno.

Debido a esto, no pudo notar como la pantalla de su teléfono brillaba de color rosado con la aparición de un circulo rojo y 5 motas negras en el centro de esta.

Se despertó sobresaltado y con la respiración agitada. Miró a su alrededor con confusión, no reconocía donde estaba. Se acercó a la orilla de la cama y empezó a bajar las escaleras, debido a la desorientación que estaba sintiendo se tropezó y se cayó causando un gran estruendo.

Se levantó con cuidado mientras se quejaba de dolor y vio un cuarto que reconoció muy bien ¿Cómo no hacerlo? Si lo había visto hace algunos minutos, aunque en vez de ser de color rosado era azul bebe.

Se quedó quieto mientras observaba todo a su alrededor, los recuerdos de lo sucedido en el avión vinieron como una avalancha. Estaba empezando a hiperventilar cuando alguien se asomó por la trampilla.

–Matthieu ¿todo está bien? –una cabeza azabache se asomo por esta. Se quedó sorprendido, si antes tenía alguna duda sobre donde estaba, se había esfumado. Aquella persona era ni más ni menos que la madre de Marinette.

–¿Matthieu? –Se obligó a salir de su ensoñación ante el nombre que supuso era suyo. Respiro profundamente antes de responder.

–Si, estoy bien –dijo con una sonrisa torpe y enmascarando el tremendo pánico en el que estaba entrando–. Solo me resbalé de las escaleras.

–¿Estás seguro? –preguntó ella con preocupación apareciendo en su rostro.

–Si –respondió mientras volteaba a verse en el espejo y quedó sorprendido ante la imagen frente a él.

–Está bien –mencionó con una sonrisa suave–. La comida estará lista en unos minutos.

–Gracias mamá –esperaba no equivocarse con la suposición que había hecho–. Bajaré en un momento.

Se retiró de la habitación y él se derrumbó una vez estuvo seguro de que no volvería.

"¡Qué diablos!" pensó mientras me acercaba al espejo apresuradamente. "¡¿Por qué demonios me veo como una versión masculina de la protagonista?!"

Sus rasgos eran suaves y delicados, grandes ojos azules y una larga cabellera que le llegaba hasta la cintura. Aunque pareciera una chica no lo era, para alguien que había sido confundido varias veces con una chica en su ¿vida anterior? pues se sintió algo familiar estar en un cuerpo así.

Trato de tranquilizarse mientras respiraba pausadamente. Tenía unos minutos para averiguar todo lo que pudiera de esta vida antes de que tuviera que bajar a comer con sus supuestos padres. No podía fingir amnesia porque no había tenido un accidente grave y no quería levantar sospechas y que lo encarcelaran por robo de identidad.

Busco como loco por la habitación algún papel que le diga cómo se llamaban sus padres o cómo se comportaba.

Encontró un diario en uno de los cajones del tocador, por suerte siempre fue de lectura rápida. En cuestión de minutos revisó todo lo importante y se aseguró de prender la computadora para ver la fecha en la que se encontraba y buscar documentos que le diera más información.

Tal parece que era una versión masculina de Marinette y su nombre es Matthieu Dupain-Cheng, hijo único de Sabine Cheng y Tom Dupain. Ayer fue el inicio de las vacaciones de verano para su suerte, lo que le facilita comportarse un poco como él mismo, después de todo mucho puede cambiar en unos meses. Chloe Bourgeois es su principal atormentadora aunque no especifica qué es lo que le hizo, supondrá que es la típica bully que le agarró de punto. Tiene 13 años y ¿clasificación Omega? dejaría eso para después, va a la escuela Françoise Dupont y tal parece que no existe ni Ladybug ni Chat Noir, lo que quiere decir que o ha llegado antes de que este cuerpo consiga el miraculous o puede que no esté en su destino conseguirlo.

Espera que sea lo segundo, no era ningún superhéroe, lo arruinaría todo, no se creía capaz de ser alguien heroico. Tembló con solo pensar en enfrentarse a algún akumatizado.

No.

Prefiere evitar todo eso.

Así que su mejor plan de acción es evitar todo lo que pueda sobre los próximos superhéroes. Lamentablemente, hay una falla en el plan, y es que no sabe cómo consiguieron los miraculous Ladybug y Chat Noir, tal vez tuvieron que pasar una prueba super peligrosa o fueron elegidos por las joyas mágicas.

Mejor lo deja ahí que le va a dar dolor de cabeza si sigue pensando en todo lo que ha pasado en la última hora.

Estaba buscando que era eso de la clasificación Omega cuando su madre lo llamó diciendo que la cena ya estaba lista.

Solo esperaba que todo salga bien y no se meta en problemas en esta nueva vida.

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Nota de la autora:

- Si bien en la portada aparece con cabello corto, esa es una imagen del futuro. Por mientras tendrá el cabello largo.

- Pido perdón por las demás historias sin actualizar, sin embargo salgo de vacaciones en diciembre y para entonces habrán actualizaciones mas seguidas.

- La idea de escribir este fanfic me vino de un tik tok xd.