1. Orígenes: Parte 1

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–¡Matthieu! Tu alarma ha estado sonando durante 15 minutos –escuche a mi madre decir mientras me enrollaba con las sábanas e intentaba volver a dormir–. Llegarás tarde a tu primer día de escuela.

–Ya voy, mamá –respondí de forma adormilada mientras me levantaba de la cama y me estiraba con el objetivo de quitarme el sueño.

Me sorprende como mi vida cambió de un momento a otro, no puedo creer que tenga que volver a la adolescencia, que pesadilla... pero eso no es lo peor... ¿por qué este mundo tenía que ser omegaverse? Y lo mejor de todo -nótese el sarcasmo- ¡¿Por qué tenía que ser omega?! ¿Por qué no un beta? Eso haría mi vida más sencilla.

¿En qué clase de fanfic barato llegué a acabar? Pensé con resignación.

Suspiro con pesar mientras llegaba a la cocina y veía a mi madre cocinar. Como Cassidy no había sido muy feliz, mi madre murió al darme a luz y mi progenitor siempre me culpó por ello. Me siento horrible cuando me pongo a pensar en el verdadero Matthieu, siento como si él estuviera a mi costado gritándome que le había robado su vida, que era un mentiroso; que mi progenitor tenía razón, que no debía existir.

Noté que mi madre se estaba volteando a verme, así que encerré todos esos pensamientos y puse una sonrisa mientras iba a saludarla.

–Buenos días –le di un beso en la mejilla y fui a la mesa a sentarme y prepararme mi desayuno.

–Buenos días, cariño –me saludó cálidamente mientras regresaba su vista a cocinar–. ¿Emocionado por el regreso a clases?

–Sip – me asegure de poner la emoción necesaria al tono de voz para que sonara creíble–. Espero que todo vaya bien.

–Estoy segura de que todo estará muy bien –dijo mientras me volteaba a ver.

Le sonrió agradecido por los ánimos, termine de prepararme el chocolate con leche para desayunar y procedí a dejar el chocolate en polvo en la mesa, pero mi mala suerte ataco, ya que al hacer eso provocó que la naranja rodara fuera del frutero y ocasionará todo un caos en la mesa. Solté un suspiro resignado mientras empecé a arreglar el desastre que provoque, mi madre me acarició la mejilla mientras me decía que ella se encargaría, que termine mi desayuno y vaya a alistarme para la escuela. Le regale una sonrisa en agradecimiento.

Si hubo algo que me traje de mi antigua vida definitivamente fue mi suerte cambiante, aunque esto último no sé si es por mi o por este cuerpo, porque parece que las habilidades de este cuerpo se habían fusionado con las mías. Algo que en definitiva fue conveniente para mantener las apariencias.

Terminé de desayunar y subí a alistarme para la escuela, reemplacé mi pijama azul por un polo manga corta color blanco y un overall color rosa francés junto con unas zapatillas de lona negras. Por último, cogí unos pendientes negros y me los puse junto a un aro que tenía en el piercing del lóbulo superior en mi oreja derecha, luego procedí a peinarme en dos moños altos, atados con unos carmines color rojo, y dejando mi cerquillo y unos mechones sueltos sobre mi rostro. Me mire en el espejo con una sonrisa satisfecha. Si la versión femenina de la protagonista era bonita, la masculina no se quedaba nada atrás.

Mientras bajaba revisé mis notificaciones.

Tenía un mensaje de Alix. Una beta muy alfa que conocí cuando vino a la pastelería con su padre. Parece que me está esperando en la puerta de la pastelería por lo que salté los últimos escalones y entré a la tienda; ahí me encontré a mi papá, quien me dijo que esperara un momento mientras se iba cantando a buscar algo. Después de unos segundos volvió y me mostró algo que hizo que sonriera enormemente.

Voulez-VousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora