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 El timbre sonó y todos recogieron sus cosas, soltando un alivio y un gracias a Dios después de que la hora de Historia se había pasado jodidamente rápido

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El timbre sonó y todos recogieron sus cosas, soltando un alivio y un gracias a Dios después de que la hora de Historia se había pasado jodidamente rápido. Era tan agotador escuchar la aburrida voz del profesor hablar sobre sucesos que pasaron hace tanto tiempo, pero por suerte, en esta clase no habían hablado demasiado sobre la economía en Asia hace cincuenta años, algo que en lo personal a Beomgyu le daba igual.

Chaeyoung entrelazó su brazo con el de su amigo y le sonrió tiernamente, conocía perfectamente esa sonrisa; la sonrisa burlona que le hacía desde que Choi Yeonjun comenzó a impartir clase.

—¿De qué te vas a reir, maldita bastarda? ¿De que me voy a quedar horas extra para mis clases de Física?

—¡Uh! Algo que se te pegó fueron los insultos de Taehyun—Beomgyu viró los ojos—. Y sí, me río exactamente de eso. Trajiste lubricante al menos, ¿no? Porque Yeonjun te va a dejar más empalado que una brocheta.

—¡Chaeyoung, por Dios! —el menor empujó a la castaña escuchando sus estruendosas risas—. ¡Vete a coger con Sana! Yo puedo con esto solo... —mencionó entre dientes.

—Claro que puedes con esto, no iba a echarte porras mientras el profesor te follaba por atrás gritando su nombre a los cuatro vientos.

Beomgyu infló sus mejillas y se despidió de un gesto con su amiga, al parecer Sana era muy estricta con la puntualidad y no quería que su amiga tuviera un problema con su pareja, así ella fuera una jodida molestia para él cuando se trataba del profesor de buen trasero. Caminó directamente hacia la oficina del pelo negro, ya que no quedaron con anterioridad en qué aula empezar sus clases, y tocó un par de veces la blanca puerta.

—Pasa.

El chico abrió la puerta y sonrió levemente al notar al hombre corrigiendo algunas tareas que dejó hace escasos días, se sentó en la silla frente a él y se apoyó en el escritorio posando su mentón en su mano.

—¿Qué necesitas, Beomgyu?

—Bueno, pensé que hoy podríamos empezar las asesorías, decidí aceptarlas —quizás era porque comenzaba a tener miopía, pero pudo notar que en los labios del bicolor surcaba una leve sonrisa.

Al parecer le gustaba que haya aceptado.

—Bien, entonces creo que podríamos empezar la primera clase aquí —la sonrisa del menor se borró al instante—. No tienes ningún problema, ¿no es así?

Beomgyu frunció los labios, ¿entonces no entendió la indirecta? ¿no iba a empotrarlo en cuatro contra la pared? Lo más probable es que no, ya que Chaeyoung le había dicho que lo más probable que hizo a Yeonjun rechazarlo cuando se le insinuó en la misma habitación donde se encontraba era por las cámaras que Jungkook instaló en cada uno de los despachos de los docentes. Beomgyu relajó las facciones de su rostro y sonrió nuevamente.

—No, ningún problema, profesor.

Pero claro, tener cámaras que podrían descubrirlos hacía la situación un poco más... excitante.

私の年齢・guys my age - YeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora