Narra Raúl: Todo volvió casi por completo a la normalidad, sigo entrenando y resulta que Daniela está embarazada nuevamente, no puedo negar que en un tiempo la relación funcionó igual o incluso mejor que como al principio, sin embargo, últimamente las cosas han ido de mal en peor, he querido culpar al embarazo, pero sinceramente sé que no es por eso. Hoy es el día en que sabremos el sexo de nuesto bebé, hasta ahora no habíamos anunciado absolutamente nada a ningún medio.
Daniela: Te apuras, ya me quiero ir a la fiesta
Raúl: Vete con tu hermano, todavía ni me baño
Daniela: Bonita me voy a ver llegando sin el papá
Raúl: Pues espérate entonces.
Se sentó en la sala, yo me puse a terminar algunas cosas, posteriormente me metí a bañar y saliendo me arreglé. Cuando estuve listo bajé a la sala para por fin poder irnos.
Raúl: Ya vámonos.
Daniela: Hasta que por fin.
Salió muy molesta de la casa, se subió al coche, maneje hasta el lugar de la fiesta, se bajó antes que yo y entró a saludar a todos, honestamente podría sentir que iba a ser un día difícil a pesar de que debería ser un día feliz.
Carla: Bueno llegó la hora de la revelación, papás por favor pasen al frente.
Pasamos al frente, pusieron todo lo que necesitaban, contaron hasta 3 y por fin lo supimos...
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Era un niño, estaba tan emocionado, se acercaron todos a felicitarnos, corrí buscando a mi hija la cargué mientras le repetía "vas a tener un hermanito", después de todo el alboroto la fiesta siguió, note que Daniela se apartó de mí y estuvo lo que restó de la fiesta con su familia y amigos. No le di importancia pues pensé que ella también quería celebrar con la gente que la quería, yo estuve por mi lado con mi familia, amigos y mi hija.
Martha: ¿Y Daniela hijo?
Raúl: Con su familia ma.
Martha: Ella bien divertida y se le olvida que ya tiene una hija.
La fiesta terminó relativamente temprano, a las 11 ya todos se habían ido y nosotros estábamos de vuelta en casa, mi hija se había quedado dormida en el coche así que la cargué, le puse su pijama y la acosté en su cama. Al salir me preparé yo también para dormir sin saber lo que me esperaba...
Daniela: Que poca de verdad
Raúl: ¿De que hablas?
Daniela: Ah mira, ahora no sabes de qué hablo, ¿es enserio que me estás preguntando eso?
Raúl: Pues si, no soy adivino.
Daniela: Nada más nos dijeron que era niño y en vez de acercarte conmigo, abrazarme o darme un beso, preferiste salir corriendo para abrazarte de tus amigotes y festejar. Y yo me quedo un lado como tonta.
En el momento de la revelación ni siquiera me di cuenta, yo estaba seguro de haber brincado la emoción, pero no recuerdo haber corrido abrazar a mis amigos, si no al revés que ellos vinieron conmigo
Raúl: Mejor hablamos mañana, ahorita estás muy alterada y eso le hace daño al bebé.
Daniela: No. No vamos a hablar mañana, ni nunca, esto se terminó Raúl. Hasta ahora me doy cuenta que lo único que hiciste al regresar conmigo era intentar olvidarla pero no porque me amabas realmente, y sabes que ahora que lo pienso, creo que yo tampoco te amo.
Se cambió de ropa, tomó las llaves de su camioneta y salió, no sin antes decirme que mañana venía por mi hija.
