Extra: Feliz... ¿Cumple~sario?

482 18 25
                                    


Otoño había llegado, arrastrando consigo el mes de Octubre, y con él, igualmente, dos celebraciones importantes para la pareja de esposos Kim. Las cuales ambos esperaban celebrar con vigor y alegría por todo lo alto; El cumpleaños número veintisiete de Jimin, y el tercer aniversario de casados de este con Taehyung.

Hasta ahí todo bien, pero en realidad era un completo y lamentable servicio funerario gratuito del gobierno para Taehyung, en caso de que no se le llegara a ocurrir algo rápido.

¿El motivo? ¡Jodidamente no sabía con que mierda sorprender a su esposo para ambas fechas!

Todo era un desastre. Se recriminaba a sí mismo por ser un mal esposo, y es que ¿En qué cabeza cabía que él no sabía qué hacer para hacer sentir especial a Jimin? Y peor aún ¿Qué clase de esposo esperaba estar a menos de dos semanas de aquellas celebraciones para pensar qué hacer? Definitivamente, si Jimin lo supiera, de seguro su cita especial de ese día sería en la oficina del abogado de divorcios dividiendo sus bienes equitativamente. Sabe perfectamente que seguramente Jimin lo dejaría más pelado que gato con sarna, y él adoraba con locura su Camaro tanto como a su esposo como para que los dos lo abandonaran al mismo tiempo, al menos si fuera uno primero y el otro después sabría cómo lidiar con la pérdida.

Taehyung azotó su cabeza contra la encimera de la cocina de la casa de Yeonjun. Realmente fastidiado de tanto pensar y pensar, sin obtener una idea concisa de qué hacer. Es como si su cabeza fuera su puto enemigo en call of duty.

— Yeonjun, tengo un problema. — el mencionado arqueo una ceja acusatoria mente luego de alternar su vista en la encimera y la frente rojiza del azabache — Bueno, dos problemas. ¡Bueno, tengo muchos problemas! — dijo Taehyung mirando con ojos agrandados al menor. 

— De repente tengo un Deja vú. —dijo Yeonjun, mirando con detenimiento como su dramático mejor amigo se pegaba repetidas veces contra el mármol de su nueva cocina. Pero lo que no logró comprender es que tiene que ver eso con que intentes volver mi cocina una escena del crimen.

A este paso terminaría por quedarse más idiota, y mancharía de sangre su nueva y costosa encimera de mármol danés. La segunda opción le preocupaba más que la primera, con su encimera costaría más quitar la mancha, con Taehyung no había mucho que lamentar, más imbécil ya ni volviendo a nacer quedaría.

— Es que no sé qué hacer, Yeonjun. — dijo Taehyung lastimero.

— Sí. Definitivamente, volvemos a la misma mierda de meses atrás. — dijo Yeonjun, colocando la palma de su mano en la frente de Taehyung para que dejara de pegarse.

— No estás entendiendo, imbécil. Esto es diferente. Me atrevo a decir que más serio. — dijo Taehyung con voz profunda.

— A ver, entonces ¿Qué mierda sucede ahora? — preguntó Yeonjun, tocando el puente de su nariz, el fastidio palpando sus palabras.

— El cumple'sario mío y de Jimin es en dos semanas, y yo no sé qué regalarle para ambas fechas. — dijo Taehyung, abultando sus labios en un puchero. 

— Espera ¿llamas cumple'sario a esas dos fechas? ¡Es lo más estúpido que te he escuchado decir desde que te conozco! Y mira que eso es mucho decir considerando que un jodido capybara tiene un coeficiente intelectual más alto que el tuyo.

— ¿De verdad eliges burlarte de mi en vez de ayudarme a buscar una solución a mi problema y evitar mi suicidio? Gracias, Judas, siempre he confiado en ti. — dijo Taehyung, mirándole incrédulo.

Yeonjun se quedó mirando fijamente al mayor, mientras chocaba su lengua contra su mejilla sin poder creerse cuando dramático era aquel tonto sin remedio.

BottomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora