ayuda me obligaron a hacer esto
Lo siento si alguien lee la historia y le incomoda. Si no quieres ver +18 se recomienda discreción o de plano saltarse el libro.
Que conste que a mí no me parece bien hacer este tipo de contenido con personas que lite...
Algo apenados después de ese inicio de día, ambos pendejos desayunaron y se sentaron en el sillón.
—Oye Fallo
—¿Qué pasa we?
— ¿Quieres ir a la plaza [plaza de centro comercial, sé que en algunos lugares le dicen así a los parques]?
—Dale, por qué no.
Ambos salieron así nada más y esperaron en la parada del autobús para que llegara su transporte.
Al subir le dejaron el dinero al conductor y se quedaron parados como todo buen transporte público de Latam. Cada vez que el vehículo aceleraba la gente se sacudía, y como Fallo no alcanzaba a agarrarse (jaja enano) le tocaba sujetarse de Magma, chocando contra su cuerpo cada que se tropezaba.
Bajaron y se fueron caminando hasta la plaza, algo calenturientos por los rozes.
—¿Y ahora dónde vamos?— preguntó Fallo una vez adentro.
—No sé.
—PENDEJO TU DIJISTE QUE VINIÉRAMOS.
—Es que no se me ocurre nada xD
—....
—¿....?
—Ven, vamos al baño.
Casi arrastrándolo, se llevó a Magma a los baños más cercanos y entraron a un cubículo juntos disimuladamente.
—Oh no... Nonononono... No F-fallo porfavor...— le rogaba, pero el otro ya lo tenía contra una de las paredes y había comenzado a bajarle la ropa inferior.
Después de unos minutos, ambos estaban listos para la acción.
El castaño no esperó más y entró de una estocada, provocando mucho dolor y gemidos por parte del otro, que intentó callarlos tapándose la boca con la mano. Fallo comenzó a embestir más rápidamente, presionando todo el cuerpo del contrario contra la pared con fuerza.
—Fa-fallo...~ Fallo m-más~
—Como ordenes.... Sumisito.
Aumentó la velocidad y ambos luchaban muy fuerte para no comenzar a hacer ruidos que incomodaran a los demás.
—M-magma, y-ya acabé— le indicó, mientras salía lentamente y se limpiaba un poco con papel.
—T-te juro que n-no vuelvo a dejarte dominar n-nunca más...
—¿Cuántas veces te lo tengo que repetir? No lo vas a hacer, te gusta demasiado.
—....
—Y luego le dicen sumisa a Emi— añadió con una sonrisa.
Que ganas de pegarme un tiro 🤑🤑
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