Bajo la Nieve ( Paw Patrol One Shot)

Bajo la Nieve

Lo sé, lo sé. Es muy corto.

He estado pasando por bloqueo de escritor y no veo que vaya a acabar pronto. Para quitarme un poco de óxido te debía hacer esto que quería hacer hace tiempo. :D
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Skye, la perrita de la granja, anhelaba con todas sus fuerzas escapar de aquel lugar opresivo. Cada día, observaba con envidia a los humanos que pasaban en sus vehículos, soñando con la libertad que ellos representaban. "¿Por qué soy tan pequeña?" Esa era una pregunta que sonaba siempre en su mente.

Cada día, Skye se preguntaba qué había más allá de los límites de la granja. Soñaba con correr libremente por vastos campos, explorar nuevos lugares y conocer a otros animales. Su deseo de escapar se volvía más fuerte con cada amanecer, alimentando su determinación de encontrar un camino hacia la libertad.

Un día, mientras la nieve caía suavemente sobre el paisaje, Skye vio a lo lejos a un humano montado en una cuatrimoto.

Cuando vio a Ryder montado en la cuatrimoto, la esperanza se encendió en el corazón de Skye. Sus ojos brillaron con una mezcla de emoción y miedo mientras se lanzaba tras él, dispuesta a arriesgarlo todo por un atisbo de libertad. Cada paso que daba, sentía la adrenalina correr por sus venas.

Sin pensarlo dos veces, decidió perseguirlo, convencida de que esa era su oportunidad de huir.

Salió por un pequeño hoyo que había en la pared para brincar lo más rápido posible a la cuatrimoto. Sin embargo, en ese momento Ryder arrancó su vehículo y prosiguió a marcharse. "¡Vuelve! ¡Vuelve!" Gritó la cachorra mientras perdía sus esperanzas.

Tenía frío.

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La nieve seguía cayendo sobre Skye, cubriéndola lentamente mientras su cuerpo temblaba de frío. Sus patitas se entumecían y su pelaje no era suficiente para protegerla del crudo invierno. La desesperación se apoderó de ella mientras se daba cuenta de que había perdido su oportunidad de escapar.

Se acurrucó en un rincón, tratando de encontrar algo de calor en medio de aquel paisaje desolador. Los pensamientos de libertad que una vez la habían llenado de esperanza ahora se desvanecían, dejando un vacío en su corazón. "¿Por qué siempre me quedo atrás? ¿Por qué no puedo ser como los demás?" se preguntaba Skye, sintiéndose pequeña e insignificante.

La soledad y el frío se convirtieron en sus compañeros constantes, recordándole una y otra vez su triste realidad. Skye se sentía atrapada en un mundo que no le permitía ser quien realmente era. Sus sueños de libertad se desvanecieron en la nieve, dejando solo un amargo sabor de decepción.

A medida que los minutos pasaban, Skye se volvía más apática y resignada. Ya no buscaba oportunidades para escapar, ya no soñaba con un futuro.

La tristeza se reflejaba en sus ojos, apagando la chispa que una vez había brillado en ellos. La esperanza se desvaneció por completo, dejando solo un rastro de desesperanza en su corazón.

El momento en que Ryder llegó hasta ella, Skye sintió una oleada de desesperación. Sabía que había llegado demasiado tarde, que sus sueños de libertad se habían desvanecido en un instante. A medida que su vida se desvanecía, Skye se aferraba a la esperanza de que su sacrificio no fuera en vano.

Mientras Ryder acariciaba su pelaje y las lágrimas se mezclaban con la nieve, Skye encontró consuelo en el hecho de que su  vida no terminaría allí.

"Tranquila, quédate con migo. No vayas  a cerrar los ojos". Decía Ryder mientras soltaba Lágrimas de sus ojos.

Sin embargo, el destino cruelmente jugó en su contra. Cuando Ryder llegó hasta Skye, ya era demasiado tarde. La perrita estaba inmóvil en la nieve, su vida había sido arrebatada antes de poder alcanzar su ansiada libertad.

Ryder se sintió abrumado por la tristeza y la impotencia. Había llegado tarde para salvar a Skye, y ahora solo quedaba el vacío de su ausencia. La nieve continuaba cayendo, cubriendo el cuerpo inerte de la perrita y creando un paisaje desolador.

En silencio, Ryder se arrodilló junto a Skye y acarició su suave pelaje. Lágrimas se mezclaron con la nieve mientras su corazón se llenaba de pesar. Skye había luchado por su libertad hasta el último aliento, y aunque no pudo alcanzarla, su valentía no sería olvidada.

Con el corazón roto, Ryder decidió honrar la memoria de Skye. Construyó un pequeño monumento de nieve.  Cada vez que pasaba por ahí, recordaba a Skye y prometía que nunca olvidaría su muerte.

Desde ese día no permitiría que otro perro muriera en sus brazos.

Años después

Los Paw Patrol habían logrado otro rescate exitoso. Justo a tiempo para poder venir a dejar rosas a la tumba de esta cachorra.

"Qué mal que yo no estaba en esos tiempos para poder dar ayuda médica". Dijo Marshall mientras Ryder abrazó a Chase y Rocky.

"Desde ese día juré no dejar a ningún perro a su suerte". Respondió Ryder.

"Eso lo sabemos Ryder, Lástima que ella no tuvo la oportunidad de saberlo"  contestó Chase.

Todos hicieron honores a la cachorra hasta que llegó la tarde y si tuvieron que retirar.

Skye sonrió en el cielo. Porque sabía que había alguien que la quería en este mundo.