Capitulo 03.

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-¿Por qué, A-Cheng? Respóndeme-

El cuerpo del ojiazul no reaccionaba, pero por más jodida que pareciera su mañana en esos momentos, lo jodida parecía su vida.

Hasta que lo sintió.

Sus mejillas se sonrojaron. Estar en esa posición en el suelo no lo favorecía en lo absoluto.

Sintió como salía de dentro suyo lentamente hasta el suelo, lo que probablemente era lo que creía.

Semen.

-¡Mierda!-

Xichen se acercó a él y lo alzo en brazos para posarlo en el nido que habían hecho ambos en medio de la cama del Alfa.

-Está bien- beso su frente -Descansa y no hablaras con ese Beta-

Wanyin quería gritarle y decirle que era un mal alf... una mala persona por prohibirle hablar con su mejor amigo.

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-¿Qué haremos, Lan Zhan?- Wuxian lloraba sobre el hombro del Alfa, mientras este colgaba más carteles de "Desaparecido" con la cara de Wanyin -Tal vez ya vendieron sus órganos-Sus ojos estaban tan rojos e hinchados que espantaba a los peatones de la calle sin mencionar que su rostro estaba sonrosado porque por desgracia del ojigris, él era una de esas personas que se ponían rojas por todo y más cuando sus emociones se encontraban elevadas.

-Calma, Wei Ying. El suele desaparecer días, pero siempre vuelve- intento calmarlo Wangji.

El ojigris negó con la cabeza.

-No contesta mis llamadas ni mis mensajes- estornudo en su pañuelo blanco que volaba de su mano, el mismo con el que limpiaba sus lágrimas -O un Alfa se lo llevo-

Wangji no podía negar que también se encontraba preocupado por ello había imprimido una cantidad exagerada de carteles con los datos de Wanyin para ubicarlo. Las veces que Wanyin desaparecía era porque había llegado su celo o simplemente estaba en una de sus crisis existenciales del mes, pero siempre se mantenía en contacto y eso era lo que no había hecho estos últimos días. La policía estaba al tanto, ya había hecho la constancia y simplemente les tocaba esperar.

-Era tan joven- Wuxian siguió llorando, mientras le pasaba más carteles para pegar.

-Wei Ying, por favor-

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-Xichen- llamarlo por su nombre era tan extraño que incluso sonaba inapropiado.

El Alfa ojidorado volteo hacia el mientras limpiaba la habitación. Se había vestido con una camisa ajustada a su cuerpo fornido y bien formado y unos simples pantaloncillos.

-¿Te sientes mejor? No has comido adecuadamente-

-Mi celular- dijo Wanyin -Lo quiero-

La expresión dal Alfa cambio por completo.

-¿Qué es tan urgente como para necesitarlo tanto?-

¡Todo! Mi celular es mi vida, hubiera dicho el ojiazul.

-He pasado tres días aquí, estoy seguro de que mis amigos deben estar preocupados- la expresión de Xichen no cambio -Por favor... ¿Alfa?- sus mejillas se tornaron rojos una vez que dijo esa palabra.

Xichen salió de la habitación.

La cague, pensó Wanyin.

-Toma- Xichen llego de inmediato con su celular en la mano -No dejaba de vibrar así que lo apague-

-¡¿Qué hiciste, ¡¿Qué?!-

Quito el celular de las manos del Alfa y lo encendió rápidamente.

-Mierda, mierda, mierda-

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