01: Frágil

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El hecho de que Jeongyeon no pueda hablar, no la hace un persona frágil, cosa que Nayeon no entiende

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El hecho de que Jeongyeon no pueda hablar, no la hace un persona frágil, cosa que Nayeon no entiende.

- fluff.
- algo angst.
- No roles
cc: chaennie_safeplace

Jeongyeon frunció sus labios con disgusto, aún no podía entender cómo a pesar de demostrar que podía ser totalmente independiente, había gente que la seguía tratando como una inútil

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Jeongyeon frunció sus labios con disgusto, aún no podía entender cómo a pesar de demostrar que podía ser totalmente independiente, había gente que la seguía tratando como una inútil.

Sabía que la intención de Nayeon no era mala, lo tenía más que claro y agradecía la ayuda que le brindaba, no le molestaba recibirla, pero hasta cierto punto. Nayeon la trataba como si fuese una inútil, o eso le daba a entender con cada una de sus acciones.

No podía decirle nada, era obvio que no podía, pero si podía caminar por su cuenta, bajar las escaleras, cocinarse sola, limpiar su hogar, todas aquellas cosas que se supone que todos deberían saber hacer para mantenerse bien.

Pero Nayeon no la dejaba.

Entendía su preocupación por ella, realmente lo entendía, pero no necesitaba que hicieran todo por ella. La hacía sentir más inútil de lo que ya se sentía por no poder comunicarse hablando como tanto desearía.

—No, no, no, Jeong, ten cuidado, puedes caerte.

La menor frunció el ceño con disgusto, no iba a romperse por bajar las escaleras sin ayuda, y si se caía, se levantaría nuevamente y seguiría con su día tranquilamente.

—Ven, siéntate, puedes hacerte daño.

Tomando su mano, la pelinegra la guió hasta el único sillón de su hogar, sentandola como si fuese una niña pequeña que no entendía las cosas cuando le hablaban.

Bajó su cabeza con tristeza, su mirada se nubló, sus manos se aferraron al borde de su falda y su labio inferior fue apresado entre sus dientes en un intento de no sacar toda la frustración que tenía al ser tratada como una muñeca de porcelana que solo estaba sentada para verse bonita.

Podía sentir a Nayeon moviéndose de un lado al otro, probablemente estaría limpiando por tercera vez, asegurándose de que todo quedará perfectamente limpio para que su menor no tuviese que molestarse en moverse tanto.

Y ese pensamiento la hizo soltar lágrimas sin poder detenerlas, estas recorrían sus mejillas y al caer terminaban mojando sus manos.

Intentó no perder el aliento que poco a poco le iba faltando, trató de relajarse pensando en aquella melodia y la dulce voz tranquila de aquella artista con la cual compartía nombre. "Around you" se había vuelto en una de sus canciones favoritas por lo tranquila y sentimental que era, fantaseando en más de una ocasión que su voz era igual a la de la cantante, y era ella quien interpretaba la piesa músical.

Ya un poco más tranquila, secó sus lágrimas con las mangas de su suéter amarillo, y se levantó en busca de un cuaderno y un lápiz. Nuevamente se sentó, esta vez en la mesa ubicada en su pequeña cocina a un lado de una ventana con bonitas flores en el marco de esta.

Cerró sus ojos disfrutando de la tranquilidad de su hogar, Nayeon había parado de moverse y eso la había ayudado a tranquilizarse.

Dudó un poco en tomar la lapicera, pero sabía que si no le comunicaba a la mayor como se sentía, esto no pararía y cuando Nayeon la fuese a visitar, no le abriría la puerta, y quería evitar eso.

Por lo cual prefirió empezar antes su pequeña nota.

"Nayeon unnie, realmente agradezco mucho tu preocupación, compañia y ayuda. Pero no soy una muñeca de porcelana la cual solo puede estar sentada sin moverse, puedo bajar las escaleras sin problemas, puedo cocinarme y limpiar mi hogar.

No quiero que suene como si fuese una mal agradecida, pero me hace sentir inútil el no poder moverme a mi antojo y solo ver como haces todo por mí, te agradezco mucho, pero me gustaría poder hacer mis cosas o por lo menos, que las hagamos juntas.

Muchas gracias nuevamente por tomarte el tiempo de quedarte conmigo, te quiero mucho unnie.

Se levantó nuevamente, acomodando su falda blanca y saliendo en busca de Nayeon, a quien encontró en el segundo piso ordenando tranquilamente unas pequeñas figuras de gatos que le había obsequiado hace un par de años atrás.

La pelinegra de dió vuelta, borrando su sonrisa cuando vió los ojos ligeramente rojos y con un pequeño rastro de lágrimas en Jeongyeon.

—Jeongy! ¿Qué sucede-?

Antes de que pudiese terminar la pregunta, la castaña estiró ambas manos hacia su mayor con la nota en sus manos.

Con duda, Nayeon tomó la nota y leyó la hermosa letra que la menor poseía, tomándose un momento para negar con la cabeza avergonzada y después abrazando por la cintura a Jeongyeon, quien se sorprendió por la repentina muestra de afecto.

—Ay Jeong-ssi, siento haberte hecho sentir de esa manera, no era mi intención...

La castaña asintió, sabía que no lo era, Nayeon le sonrió con ternura, acariciando su mejilla.

—Prometo no volver a tratarte como una "muñeca de porcelana", ven, ordenamos las figuras que quedan juntas.

Tomando su mano, ambas se dirigieron al mueble y empezaron a poner una por una las figuras. Jeongyeon estaba más que feliz, se notaba en la sonrisa que no se borrada en los labios, sonrisa que Nayeon amaba.

Desde ahora, compartirían el tiempo juntas de mejor manera.

Desde ahora, compartirían el tiempo juntas de mejor manera

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Surburban legends 恋に 2yeon one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora