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Advertencias: el siguiente fic NO ES una historia bonita o feliz.

Es un mundo futurista y omegaverse al borde del colapso natal y Yoongi es un alfa científico dispuesto a TODO (de ahí el título). 

Hay presencia de ABUSO, Non-Con y, además, SÍNDROME DE ESTOCOLMO. Sólo hay INSTINTO, NECESIDAD y DEPENDENCIA.

Uso de feromonas alfas como una especia de droga. Mpreg y mención de aborto también.

PROCEDER CON CUIDADO.

En un twoshot comisionado por nicebullience, ¡gracias por la paciencia y confianza! Espero que lo disfrutes uwu

en caso de que wattpad lo baje, estará también en ao3 en el link dejado aquí:

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Hoseok siempre fue soñador y, a fin de cuentas, fue su condena. Sus padres se lo habían dicho desde que era pequeño, que ese cruel mundo no era para soñadores, que debía de vivir en esas fantasías sin sentido. Pero él no podía, a fin de cuentas, evitar su naturaleza.

Nacido como beta en un mundo donde la natalidad estaba en un borde crítico, tenía una vida que podía calificarse como ordinaria. Había terminado sus estudios de profesor de primaria sin destacar demasiado, quizás con desesperación para llenar ese sueño que tanto se moría por cumplir: tener un hijo, algo que no podía cumplir en un corto plazo debido a que era gay. Por lo mismo, no estaba interesado en mujeres betas y eso provocaba que su única opción fuera la adopción, algo imposible por la baja cantidad de niños que existían en el mundo.

Luego de decenas de años, de un conflicto a nivel mundial y la destrucción de muchos países, los índices de natalidad eran alarmantes. Si bien los alfas se alzaban como la especie superior, la cantidad de omegas mujeres era ínfima, con apenas un tres por ciento de la población. El nacimiento de un nuevo niño era motivo de celebración por lo mismo y los orfanatos no existían, pues tener un bebé era sinónimo de privilegios y un buen lugar. Hoseok miraba eso con dolor, ya que él pensaba que un niño debía venir al mundo por amor al pequeño, por nada más.

Como fuera, adoptar estaba fuera de sus planes por motivos de fuerza mayor. Una tercera opción era quizás buscar un vientre de alquiler, pero por temas económicos, era imposible de siquiera pensarlo.

Así que la única opción que tenía era soñar. Soñar y, en muchas ocasiones, rezar a algún dios existente que pudiera concederle ese deseo. Ese pequeño deseo.

―Hobi... ―suspiró Seokjin cuando le preguntó cómo estaba y aquel tema fue sacado a colación otra vez―, sé que debes estar cansado de oírme, pero es mejor que te empieces a resignar.

―Lo sé ―revolvió el té que había pedido con claro gesto de desánimo―, pero no es fácil tampoco. Me siento un poco solo, hyung...

―¿Solo? ―Jin enarcó una ceja―. No estás solo ahora, malagradecido.

The end justifies the means [YoonSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora