Cap. 6

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-Kook...aqui estoy.- Susurró el pelirosa y dejo un beso tierno sobre la cabeza del pelinegro llamando así su atención.

Jeon alzó lentamente la mirada, mostrando así que llevaba varios minutos llorando bajo la lluvia.
Sin embargo, toda esa tristeza pareció resbalar de su ser en cuanto volvió a ver a Jimin, ahí, tan cerca acompañandolo en lugar de dejarlo solo.

-Oh por Dios, Minnie.- Y ahí, el autocontrol que había luchado por tener aún estando ebrio, se perdió.

Jungkook se lanzó a abrazarlo por los hombros y el cuello, mientras Jimin le correspondía al instante, pasando sus brazos por la espalda de Jeon; el impulso tan repentino hizo que el pelirosa cayera sobre la acera quedando sentado, y el contrarió se mantuvo arrodillado frente a él.

Era un abrazo fuerte, cálido, y lleno de sentimientos, que se manifestaban en la forma que se aferraban a la ropa contraria, apretándola; en como Jimin escondió su rostro en el cuello de Jungkook, respirando profundamente aquel perfume que tanto había extrañado; se reflejaba en como Jeon lloraba y sonreía al mismo tiempo, mientras pasaba sus dedos entre el cabello rosa que tantas noches había soñado tener junto a él.

Ambos soltaban llanto de felicidad pura.
Se habían encontrado de nuevo, y escaparon de sus realidades al mismo tiempo.
Justo a tiempo para sostenerse el uno al otro.

Después de unos minutos emotivos, finalmente se separaron un poco sin romper por completo el abrazo. Sus ojos conectaron nuevamente, esta vez sin que nada ni nadie lo impidiera, y fueron libres de perderse en los iris contrarios.

-Tus ojitos brillan mucho.- Dijo Jungkook con una sonrisa de enamorado, sintiendo su rostro arder por los nervios.

-Los tuyos también, parecen estrellas...- Jimin sonrío como un dulce gatito, mostrando sus mejillas rosadas, y sus ojos entrecerrados.

El pelinegro pasó sus manos por aquellos cachetitos sonrojados que adoraba, dando caricias suaves con los pulgares, y detallando con la mirada cada mínima zona del rostro que sostenía.
Para él, era un verdadero tesoro, y se sentía tan bien, que incluso el alcohol comenzó a ceder, dejándolo estar más consciente a cada instante que pasaba.

Park se dejó hacer, apegándose más al contacto tan suave que estaba recibiendo, y poniendo sus propias manos sobre las contrarias, en una búsqueda mayor de cercanía.
Ahí se dió cuenta de que todo había sido un error, pues él jamas quiso separarse de la persona que más había amado en su vida.

Se arrepintió de haberlo dejado solo, y de no haberlo buscado antes. Quizá todos aquellos problemas que lo llevaron a tomar una decisión tan drástica, en realidad, tenían solución; tal vez se había precipitado demasiado, y en lugar de comunicar sus sentimientos y encontrar una mejor opción juntos, simplemente se apartó.

Pero, justo en ese momento, cuando finalmente pudo volver a detallar de nuevo esos iris negros que tanto lo cautivaban, lo entendió todo.

Ahí era donde quería estar por siempre.

-¿Por qué no vamos a casa?, la lluvia esta aumentando Kookie...- El pelirosa sonrío y dió un toquesito tierno a la punta de la nariz contraria.

Y realmente tenía razón, la lluvia se hacia más fuerte, y los dos ya estaban más que mojados.

-¿A casa?.- Se comenzó a poner de pie, tomando de las manos a Park para de ese modo levantarse juntos.

-Si...¿Aún estas en el departamento de antes?...Esa era nuestra casa, ¿Verdad?.- Añadió mientras seguía las acciones de Jungkook, esperando tener una respuesta positiva.

Y el pelinegro sonrío en grande, mostrando así una bonita forma de conejo, una muy especial.

-¡Si por supuesto!.- Aquella era la mejor propuesta que pudo recibir, un sueño hecho realidad.- Vayamos a casa.- Pero antes de seguir su emoción, Jeon recordó algo muy importante.- Ah...P...pero ya no tengo auto, el que usábamos lo vendí...

-Bueno, ahora yo tengo uno...Y de hecho, es justo este donde estabas recargado.- Jimin señalo un automóvil gris brilloso, con detalles en negro y un diseñó precioso.
Un increíblemente costoso Subaru Impreza 2020.

-Es bellísimo...Ay, lamentó haberme apoyado ahí, no sabía que era tuyo...- Dijo Jeon con una pequeña risita nerviosa.

-No es nada.- El pelirosa lo tomó de una mano, atreviéndose a entrelazar sus dedos con los contrarios, y avanzando hacia las puertas del vehículo.- Ven sube, yo conduzco.

-¿Recuerdas mi dirección Minnie?.- Jungkook lo siguió, correspondiendo el contacto.

-La se de memoria, al igual que tu número telefónico, Kookie.- Soltó una leve risita dulce.

Ambos subieron al Subaru de inmediato, completamente mojados, pero más felices que nunca.
Se abrocharon los cinturones por precaución, y Jimin encendió la radio en la estación favorita de Jungkook, Dreamers.
Definitivamente, aún podía recordar cada detalle sobre él, y realmente se sentía orgulloso de ello.

Para ese momento, el alcohol que el pelinegro había bebido ya no estaba tan presente, gracias a las emociones que lo invadieron, y claramente, el agua fria que estuvo cayendo sobre él.
Así que ahora ya mucho más consciente, pensó que era oportuno dejar un poco las cosas cursis por un segundo, y comenzar a hablar sobre lo más importante.

Resolver todo aquello que habían dejado pendiente.

Porque aunque estaba feliz, sabía que la tormenta no se había llevado las penas que quedaban en su ser, esas que todavía no recibían una respuesta por fin.

SOBRIO   ♡ Kookmin ♡ ( Adaptación )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora