Avanzar En Paz VII

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La cama destendida, ropa sobre una silla que antes solía estar vacía, el suelo ya polvoriento y las ventanas cerradas que no dejan pasar aire, un corazón vacío late perdido entre oscuridad y silencio, un sótano que antes solía ser tenebroso ahora no es más que mi refugio contra aquel feroz lobo hambriento.

Mis manos ya temblorosas y pesadas del pecado que eh cometido, un acto sin sentido, más directo menos frío, si un corazón muerto volviera a dar latido diría que es el mio, que carga con la culpa de morir en vida y seguir siendo un mortal con miedo.

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