Bajoterra -El pasado oculto

Capítulo 43: Venganza

Cuando Blakk escucho la palabra "venganza" salir de los labios de Victoria, se quedó atónito, un vacio en estómago se apodero de él, no concebía la idea de que aquello lo cuál la joven le contaba hubiera sucedido

-Victoria continuo hablando -Esa fue la última vez que pise mi hogar, al terminar con los atacantes, hubo un pequeño instante de calma -dijo dando un pequeño suspiro de tristeza -pudimos presenciar la ceniza que cubría el lugar, sangre por toda clase de superficies, pertenencias que jamás podrían volver a ser usadas por sus dueños, eso...-se detuvo por un breve instante -...eso ya no volvería a ser un hogar, solo estaría el constante recordatorio de tristeza, de como un pueblo fue masacrado, Agnar me abrazó cuando estaba a punto de estallar en llanto y cólera, volvió la impotencia, mi hermano siempre fue mucho más impulsivo que yo -agregó en un leve tono juguetón como si hubiera recordado la niñez con su hermano, probablemente recuerdos llenos de travesuras -Agnar solo dijo -"Vayamos ahora por los suyos..." -admitiré que no me negué, por que en el fondo creí que debía hacerlo, fuí convencida, tomamos algunas de nuestras pertenencias y emprendimos un viaje a la zona demoníaca, quedaba aproximadamente a una semana de viaje, aunque eso me resultaba raro, ¿qué ganaría un ejército de demonios masacrando a una aldea de pobladores gentiles y tranquilos? sigo sin conocer la respuesta aún...emprendimos el viaje aunque tardamos menos de lo que pensabamos, atravesamos, montañas, ríos e incluso encontramos algunos establecimientos de casas y comercios, eran pequeñas aldeas, en una de esas conocí a una anciana, la recuerdo bien, media aproximadamente 1.40-1.50m, me  recordaba un poco a mi abuela, tenía facciones delicadas, cabello a los hombros lleno de canas, sus manos aunque arrugadas eran frías y un poco huesudas con dedos semilargos y uñas largas, sus ojos azules con algo que cuando lo pienso no puedo comprender, no eran unos ojos normales, supongo que ella también había pasado por algo, la conocí en uno de esos mercados donde el bullicio llenaba todo el aire, los comerciantes y vendedores hacían sus mejores ofertas para que los compradores eligieran a quien les convenciera más, a pesar de todo, me sentía de cierta manera atraída al lugar, evidentemente me recordaba a mi hogar, creo que hize algún gesto o algo que delatada mi coraje por que...mientras que mi hermano buscaba cosas para continuar con el viaje, me acerque a un puesto para comprar comida e ingredientes, la señora me siguió y ella solo atino a decir, "La vida es fácil de prolongar, una nueva vida es simple de adaptar"  me dio una peculiar idea, sus palabras resonaron en mi mente, como si las hubiera sembrado, "una nueva vida", intenté buscar a la señora pero para cuando volteé había esfumado.

Busque a mi hermano entre cada uno de los comercios, parecía que hubiera desaparecido por un instante, lo encontré, estaba comprando un veneno en un puesto que parecía diferente a los demás, era mucho más peculiar que los otros, estaba lleno de botellas color verde, otras ámbar llenas de líquidos desconocidos, vizcosos y sucios, había algunas serpientes entre los muebles, calaveras e incluso recuerdo que vi un frasco lleno de dientes y colmillos, se que debe sonar fantasioso pero lo recuerdo perfectamente bien

-¿Qué es eso? -Pregunté
-Nos ayudará, planeo untar nuestras armas con el veneno, causaremos más daño, podremos vengar a nuestro pueblo y así acabaremos con esos insoportables demonios -dijo Agnar con una mirada que se encontraba clavada en una daga
-¿Asesinaremos a todos? -cuestione con un leve tono de angustia
-Eso haremos, no podemos permitir que ellos ganen, después de lo que hicieron con nuestra familia, nuestros amigos y vecinos, con todo nuestro pueblo, tu misma viste morir a nuestros padres, vi morir a mis compañeros, los cadáveres de todos, niños, adultos, jóvenes y ancianos
-Llena de odio por esos asesinos, me rendí ante las palabras de mi hermano, para después acercarme a su oído -Necesito un poco de tu sangre
-¿Para qué la quieres? -preguntó mientras alzaba su ceja, era algo que solía hacer cuando se encontraba intrigado o tal vez interesado
-Un pacto, pero no puedo hablar aquí, las personas escuchan -susurré -Termina tu compra y vamonos

Mi hermano termino de comprar, adquirió diversas botellas de veneno y una especie de dagas con cadenas, que guardo en su valija

Me siguió hasta las afueras del lugar, llegamos a un claro de bosque, frondoso en sus alrededores y suficientemente escondido como para perder a alguien en caso que nos siguieran
-Y bien, ¿qué sucede Victoria?
-La inmortalidad
-¿Qué quieres decir?
-Digamos que muy a grandes rasgos cuando te encontrabas comprando tus venenos y armas alguien me dio una idea "una vida nueva"
-Podríamos ser inmortales, no podrían vencernos jamás -añadió Agnar intrigado
-Exactamente, aunque necesito investigar más se que no podemos afectar directamente una balanza tan grande como la vida, necesito pensar en algo...

-Valija: también se conoce como una maleta

Volví a la vida, tiene muchos meses que no publicaba, pase por un poco de bloqueo creativo y en parte por que no había tenido mucho tiempo por la uni, me alegra muchísimo estar de vuelta con todos ustedes, y aunque tarde mi promesa será terminar todos y cada uno de mis libros ❤

En este capítulo he dejado algunas interrogantes, se resolverán más adelante pero una de ellas que quisiera que tuvieran en cuenta es ¿Por qué? ¿Qué es lo que causó que atacarán al pueblo de Agnar y Victoria? Mantengan eso en mente por que para todo en esta historia hay una razón...
Nos leemos pronto...❤