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—Sí que iré – un Jungkook algo cansado entró en la casa, tirándose en el sofá, sin siquiera mirar a su amigo, quien estaba en la mesa, tomando apuntes de sus clases.

—¿Qué? ¿He oído bien?– preguntó sorprendido, y cuando vio un pequeño asentimiento por el contrario, saltó de la silla, corriendo a éste. —¡Seguro que te cogen! Sabía que si te decía la pura verdad, acabarías aceptándolo.

—No te emociones, ni siquiera sé si me admitirán en el trabajo. Y tampoco sé si cumpliré con todos los requisitos.

—Piden a gente que tenga experiencia en artes marciales. Y tú sin duda cumples con eso.

—Seguro que hay más gente con mucha más experiencia que yo.– comentó, rebajando totalmente sus habilidades y conocimientos.

—No digas eso. Mañana irás y ya me dirás si te cogen.

—Bueno.– contestó vagamente. —Déjame dormir un poco, ¿si? Hoy a sido más agotador que otros días.– pidió, cubriendo su rostro con su brazo.

—Solo por hoy te lo permito, que tienes que guardar fuerzas para mañana. –aclaró, yendo hacia la habitación de Jungkook. Mientras lo dejaba dormir un poco, iría a buscarle algún traje para la entrevista del día siguiente.

—No puedo, no lo entiendo

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—No puedo, no lo entiendo.– Jimin se quejó, apartando el libro de su vista.

—Jimin, si no pones de tu lado, nunca aprenderás– su profesor le dijo, poniendo de nuevo el libro delante de él.

—Llevo toda la tarde practicando, así que no me digas que es porque no pongo de mi parte. Eres tú quien no pone de su parte para enseñarme. Solo me das un maldito libro y me hablas como si tuviera un alto nivel. Apenas sé leer el alfabeto, así que ya podrías explicarme de alguna forma más fácil para poder pronunciarlo bien.– se quejó, totalmente ofendido. —Voy a hablar con mis padres – frunció levemente el ceño, levantándose de la silla.

—Jimin– el hombre lo llamó, pero antes de que pudiera decir algo más, salió de la habitación.

Caminó hacia el despacho de ambos, y antes de tocar escuchó sus voces, estaban hablando de algo.

—Padres– los llamó, haciendo que estos lo miraran y detuvieran su conversación. —El profesor no es el indicado– explicó tímidamente. Literalmente aún no estaba acostumbrado a hablar con ellos —No siento que me enseñe bien.

—Jimin, es el mejor que hemos encontrado.– la mujer dijo estupefacta, sin creer que por fin su hijo les estaba diciendo algo que no fuera solo responder a sus preguntas. —Bueno. ¿Pasó algo?

—Dice que no me esfuerzo lo suficiente.– dijo la verdad, y ambos padres se miraron a la cara.

—Solo te ha dado su punto de vista...pero, si ves que no aprendes con él, tendremos que buscar a otro.– ésta vez habló su padre. —Tu y nosotros sabemos que sí que has estudiado, así que no te sientas mal por eso. Buscaremos a otro profesor.– comentó, arreglando los papeles que tenía en mano. —¿Quieres decirnos algo más? Algo que te preocupe o moleste, cualquier cosa.

HOUSE OF CARDS [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora