EL COMIENZO

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El comienzo de lo que sería un nuevo despertar, para mí, ocurrió esa fría noche de Agosto. Exactamente a las 11:30 pm.

Me encontraba arrinconada en una esquina de mi habitación a oscuras, llorando con el alma y corazón echa pedazos. Pretendiendo, naturalmente, no hacer mucho ruido para evitar despertar a los que dormían a esas altas horas de la noche.

¿La causa?

Pues...

Te la revelaré más adelante.

Aunque, no estaría mal adelantarte un poco.

Por más absurdo que parezca, el motivo de mi sufrimiento era un chico.

Un chico común y corriente que para mí, en ese entonces, lo era todo.

Y sí, tal vez solo quiero contarte la típica historia de un típico romance adolescente pero con un final algo diferente.

El punto es, que justo en ese instante una nueva persona nació dentro de mí y un nuevo mundo se abrió ante mis ojos.

Me dí cuenta de algo muy importante que en mis años de vida no había tomado en cuenta, algo que sin duda lo cambiaría todo.

Y quiero compartir mi experiencia contigo.

¿Valdría la pena para tí seguir leyendo?

Posiblemente, pero preferiría que lo averiguaras por tu misma cuenta.

Aunque, para poder contar bien la historia me veré en la obligación de retroceder mucho antes de todo lo sucedido.

Precisamente, al día en el que lo conocí.

Al día en el que conocí al chico de ojos tristes...

Al día en el que conocí al chico de ojos tristes

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