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01 - El chico de ojos tristes.

__¡Mueve el culo Clara!__Me apresuró mi mejor amiga tomándome bruscamente del brazo.

Íbamos tarde en nuestro primer día de clases.

¿Que por qué íbamos minutos tarde en nuestro primer día de clases?

Pues...

Resulta que al pasar por la casa de mi amiga para irmos juntas al Colegio, me encontré con que ésta había extraviado las llaves de la casa.
Por lo tanto, no podíamos simplemente irnos y dejar la casa sin seguridad.
Así que luego de una media hora de exhaustiva búsqueda en la que finalmente las encontramos bajo el sofá, pudimos irnos.

Corrímos hacía las puertas del Colegio luego de haber sido casi atropelladas por un automóvil al cruzar la calle.

Al llegar, el portero nos lanzó una mirada acusatoria y omitiendo la acción de cerrar las puertas nos dejó pasar.

__Un minutos más tarde y se quedan fuera__nos riñe.

Con una leve disculpa y dándole las gracias nos adentramos a los corredores como caballos desbocados, esquivando a profesores y a otros estudiantes en busca del salón que se nos fue asignado. No sin antes haber pasado por dirección recogiendo nuestros respectivos horarios.

Nuestro nuevo horario del Lunes consistía en Geografía como primera clase.

ya presintiendo las reprimendas del profesor por llegar tarde a su clase, ambas nos adentramos sigilosamente al salón, que en su puerta yacía el número de sección correspondiente.

Echando un rápido vistazo fuímos conscientes de que el profesor no se encontraba en el aula.

Al parecer el que llegaría tarde sería él.

No voy a mentir, me sentí aliviada, al menos no tendríamos que calarnos un sermón en base a la puntualidad y responsabilidad.

__Esto es increible. Primer día de clases y el profesor no llega__se queja mi amiga por lo bajo, lo suficiente alto para que lograra escucharla.

Nos dirigimos a los primeros asientos que encontramos vacíos saludando a nuestros compañeros, quienes emocionados hacían comentarios de como les había ido en sus largas vacaciones.

Los minutos pasaban volando y ningún profesor se dignaba a aparecer por la puerta, por tanto mi mejor amiga y yo decidimos salir a los corredores del colegio por algo de aire fresco, ya que el salón se nos antojaba asfixiante.

Emprendiendo el rumbo hacía la salida la morena a mi lado fué llamada por Astrid, una de nuestras compañeras, para que le aclarase una duda.

Con la mirada la morena me indicó que la esperase afuera emitiendo por lo bajo un "no tardo" para luego acercarse la rubia.

Encogiendome de hombros me dirigí nuevamente a la salida.

No dí ni tres pasos fuera del aula cuando mi cuerpo chocó bruscamente contra alguien.

Algo desorientada por el golpe busqué con la mirada los ojos del desconocido y me llevé una desagradable sorpresa al ser recibida por unos orbes azules que reconocí de inmediato.

Me observaban atentamente con un brillo extraño en ellos.

Un nudo se formó en mi estómago y me aparté queriendo tomar distancia entre ambos.

__Emm... Hola__tartamudeo un poco, ofreciéndome su mano cautelosamente para que la estrechara.

La miré con desconfianza y luego a él.

Una sonrisa, aunque casi imperceptible, se asomó por sus labios mientras sus ojos me detallaban sutilmente. Y al sentir mi rechazo hacía su persona noté la culpabilidad reflejada ellos.