𝘵𝘦𝘮𝘱𝘰𝘳𝘢𝘳𝘺 𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢𝘯𝘤𝘦 ↝ 𝘤𝘩𝘢𝘯𝘫𝘪𝘯 ♡¸.•*

*•.¸#22: 𝘵𝘩𝘦 𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢𝘯𝘤𝘦 𝘢𝘨𝘢𝘪𝘯¸.•*

El camino de regreso a casa fue horrible para Hyunjin, él y su madre iban en completo silencio, su garganta ardía, sus labios temblaban, las ganas de llorar eran intensas. Se sentía medianamente consolado por las mordidas de Kkami en sus manos.

ㅡ Apenas se está yendo, y ya lo extraño ㅡmurmuró mordiéndose el labioㅡ.

ㅡ Sé que sí, el tiempo vuela, estarán juntos en un abrir y cerrar de ojos, cielo.

Ahora sus ojos pesaban, podría ser por el cansancio de estar todo el día fuera de casa, el desgaste emocional luego de enfrentar a Seungmin, el dolor en su corazón por tener que despedir a Christopher en el aeropuerto.

Llegando a casa, llevo a Kkami en brazos hasta el patio, su mamá le dijo que ella lo cuidaría para que el pudiera irse a dormir. El día siguiente tendría que madrugar para el primer día de clases luego de vacaciones.

En su lugar, fue directo al baño para darse una ducha, no tenía tiempo, ni ganas de esperar a que la tina se llenase, solo se quedó bajo la regadera con la mirada perdida entre los azulejos del baño, la tenue iluminación tampoco lo estaba animando, sentía cosquillas al recordar las manos de Chris tocándolo, sus labios anhelaban probar los suyos otra vez, terminó llorando en medio de la ducha.

...

En su habitación, paso de largo hacia el ropero, saco ropa interior de la cómoda y colgó la bata de baño en la puerta abierta del ropero, justo entró su mamá a la habitación, la puerta de aquel mueble lo cubría perfectamente.

ㅡ ¿Quieres cenar?

ㅡ No tengo hambre, gracias.

ㅡ ¿Seguro? ㅡHyunjin respondió con un "uh-hum"ㅡ. Bueno, que descanses.

ㅡ Igualmente.

La señora tomó la bata de la puerta del ropero y salió de la habitación, Hyunjin, ya con el pijama puesto sacó la ropa que usaría el día siguiente y guardó en su mochila lo necesario para sus clases.

Encendió la lámpara al lado de su cama y apago la luz de la habitación, al voltear a su mesita de noche notó que le faltaba una de sus velas aromáticas y en su lugar estaba una pequeña botella azul de perfume. La tomó y acercó la boquilla a su nariz, otra vez se le formó el nudo en la garganta al reconocer el aroma.

Abrazó la botella sobre su pecho y se sentó en la cama, para contemplar el vidrio azul entre sus manos, fácilmente contó los cuatro regalos que Christopher le había dado, el brazalete en su muñeca, el peluche en su mesita de noche, el anillo en su dedo y el perfume en sus manos.

Sonrió, dejó la botella en donde la encontró y se acostó de nuevo para intentar dormir un poco, pero su almohada se sentía muy incómoda, algo arrugada, como si hubiera algo debajo de ella, se removió bruscamente para levantarla y así encontrar un bulto negro debajo. Lo desdoblo frente a él, era uno de los hoodies de Bahng, no necesito acercarse a la prenda para sentir el olor del mayor. Acomodó otra vez la almohada y apagó la lámpara para abrazar con fuerza el hoodie para, ahora sí, dormirse.

...

A las siete sonó su alarma, sin ganas, la apagó y se levanto antes de volverse a dormir, era una de las mañanas más frías que había tenido nunca, fue a lavarse la cara, volvió a la habitación y empezó a cambiarse de ropa.

Claro, se puso el hoodie que su novio le dejó y fue con celular en mano hasta la cocina, donde su mamá estaba terminando el desayuno.

ㅡ Buenos días, ¿dormiste bien?

ㅡ Sí, gracias.

ㅡ Siéntate, ya te voy a servir la comida.

De todas las notificaciones que tenia, nada más una le importaba.