El amor en la dualidad

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Siempre habrá luz en la oscuridad,
siempre entonaremos un canto bullicioso en la eterna calma.
Siempre querremos llenar el vacío, y al no poder, solo lamentaremos.
Ella era una llama de fuego, y yo tan solo la ayudaba a propagar su luz. ¿Era yo malo? Porque señalaban que yo era su gigantesca oscuridad.

Retumbaron las trompetas, oh, alma mía. Serás ejecutada, prisionera ya estabas, y tu prisión fue tu lealtad.
Ladraron los perros hambrientos, deseaban de mi cuerpo,
sonaron las olas, deseaban mis lágrimas, les hacía falta el sabor amargo de mis cantos, para que la melodía de su mar sonara dulce con brusquedad.

Yo no soy malo, ni soy las tinieblas, solo aclaro que es la oscuridad la que hace que una llama de amor brille en la eternidad.
Oh, asesinado por los celos, sus hermosas espadas a todos engañan, y persuaden tan solo con la mirada, protegidos por los cautivadores pensamientos de rupturas, hacen de las almas su merced.
Ocultan sus tinieblas, iluminándose con llamas de amores muertos, que viven y a todos siempre engañarán.

No soy malo, solo que yo sí te amo de verdad,
No soy malo, solo que mi amor oscuro siempre será,
No hay luz sin oscuridad y no hay amor sin asertividad.

Solo Hay Que EscribirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora